Irineo Domínguez Méndez / Por fortuna, faltan 9 meses para que se vaya Hipólito. Se le acabará el poder y la gente, abiertamente, lo repudiará; no pudo con el puesto, creyó que administrar los recursos y satisfacer las necesidades de los Xalapeños era igual a estar sentado frente a una computadora “investigando”; se dice quesque es investigador. No podrá abusar más del poder ni podrá hacer más tonterías y abusos. Anuncia que bacheará las calles; lo hace para ganar votos, no para reivindicarse; quien lo dude, pregunte a los vecinos por donde pasa la ciclovía; o que pregunte porqué devuelve dinero a la federación; o porqué quiere “remodelar” el parque Juárez.
Fuimos espectadores del proceso de alianza entre los partidos PRI-PAN-PRD, el cual se retrasó para definir quién de ellos encabezaría la planilla en Xalapa; finalmente, Sergio Hernández comprendió y aceptó su nula posibilidad de triunfo y lo hicieron declinar; el premio que recibirá por tal hecho pronto lo sabremos. Por primera vez los panistas le agradecerán el haber sido generoso en pro de bienestar de los capitalinos. Otro que, públicamente, se la debe es el propio David Velasco, candidato de unidad en su partido y ahora de la alianza referida.
Enfrente, la alianza “Juntos Haremos Historia”, guarda silencio; el PT y PVEM esperan saber, oficialmente, la elección que, por encuesta, determinará la candidatura de Ricardo Ahued. A los otros aspirantes morenistas los invadió la mezquindad. Uno de ellos, verdadero morenista: Teódulo Guzmán se dejó llevar por su legítima aspiración sobrevaluando su capital político. Reconocida su lucha por la legalidad y la legitimidad al interior del partido, se “torció” al aceptar un espurio como delegado estatal, nombrado por Mario Delgado y negar que Ahued Bardahuil tiene más posibilidades de triunfo que él.
El otro, Juan Vergel solo se cuelga del trabajo de miles de militantes de este partido en la Capital. Critica a Ahued por sus participaciones como candidato del PRI, pero soslaya su pasado perredista, panista y petista. Quiso aprovechar su puesto como director de gobernación que le dio Hipólito; el cual le provocó mayor repudio, por haber reprimido a los vendedores ambulantes y a algunas asociaciones civiles; olvidando, también, que él pertenece o perteneció a la Ucisver y a Pobladores. Su pasado panista lo condena; primero se empecinó en apoyar una alianza PRD-PAN, la cual le produjo ser sustituido como dirigente del PRD; se le vio trabajar en la Sedesol federal junto a Abel Cuevas; en el PT fue “asesor” de la “pandidata” a gobernadora en el 2016. Al ser Ivonne Cisneros integrante de la Comisión Nacional de Encuestas y parte del equipo de Manuel Huerta, ambos amigos de él, se sintió seguro de obtener la candidatura; nunca imaginó que la ciudadanía y muchos militantes de Morena solicitarían la participación de Ricardo Ahued en la contienda interna. Juan trabajará para Huerta al ser derrotado.
Las condiciones están dadas para que Xalapa vuelva al sendero del desarrollo; no importa quien gane la presidencia; sea Ricardo o David la Capital volverá a resplandecer, cualquiera de los dos la rescatará de la ignominia en la que hundió el actual presidente. Ambos, indudablemente, pondrán todo su esmero y experiencia para superar lo que hicieron bien cuando fueron presidentes por primera vez. Esperemos de ellos una campaña donde las propuestas viables sean la esencia de sus discursos. ¿Debates de candidatos? Son innecesarios; la inclinación por algunos de ellos está tomada en la gran mayoría de los votantes. Los indecisos seguirán así hasta el día de la elección. Queremos verlos caminar y saludar a la gente para que recojan las solicitudes de obras y servicios; los debates solo servirían para que sean sujetos de ataques de otros candidatos.
Los Xalapeños ya celebramos la participación de Ricardo y David. Quien triunfe se proyectará a niveles mucho más altos en la vida política de nuestro Estado.
Otro sí digo. – Insisto, el OPLE es cómplice de irregularidades cometidas por los partidos políticos. informa que Morena incumplió con el Artículo 61 del Código Electoral local; consecuentemente, con el Artículo 62 también.
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