Oportunista, manipulador, chantajista, busque el adjetivo que quiera para el hijo del difunto César del Ángel, quien como dama en primavera viene a la capital del estado a buscar cobijo en los brazos del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Nuevamente los xalapeños serán rehenes de una estrategia vieja y gastada como es la de traer a hombres y mujeres a despojarse de su ropa, con la firme promesa de darles una remuneración económica para remediar un poco su pobreza.
Este grupo conocido como los 400 Pueblos son usados siempre por el gobierno en turno cada vez que el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares asoma a cabeza en el escenario político jarocho. Con la detención de Rogelio Franco Castán, el exgobernador panista precisó que esta detención era injusta y que su exsecretario de Gobierno había contribuido con su trabajo a la estabilidad del estado.
Lo cierto es que, seguramente con el consejo del funcionario conocido como Bola 8, el gobernador Cuitláhuac García permite que este grupo de personas vengan Xalapa a trastocar la poca tranquilidad de la que gozan los xalapeños. Y todo por complacer a un secretario de Gobierno belicoso y falto de ideas para ayudar a gobernar a un gobernador que se ha convertido en una verdadera desilusión. Por lo pronto, los capitalinos podrán echarse un taco de ojo en el centro de la ciudad.
El movimiento de loas 400 pueblos es un grupo de personas muy, pero muy vulnerables. Están Violando sus derechos, integridad, son amenazados y manipulados por el líder. A ellos no les pagan por manifestarse lo hacen voluntariamente casi obligados, porque los amenazan con sacarlos de sus terrenos.
Es urgente que se investigue al líder, ya que el tiene el poder de las escrituras que el gobierno ya dio a los campesinos.