El 11 de marzo de 2011, fue un día, un mes, un año y una fecha que en Japón difícilmente olvidarán. Hace diez años un terremoto de magnitud 9.0 y posterior tsunami arrasó con todo a su paso y dejó más de 18 mil muertos. Una de las zonas afectadas fue Onagawa, un pueblo japonés que quedó completamente destruido y con Onagawa, de igual manera se arrasó a miles de personas. Entre tantas personas que se quedaron solos y perdieron a sus seres queridos se encuentra un hombre de 64 años quien continúa buscando el cuerpo de su esposa desaparecida. Yasuo Takamatsu tiene 64 años de edad y no pierde la esperanza. Desde aquel 11 de marzo cuando perdió a su compañera de vida hizo una promesa.
No moriría hasta encontrar el cadáver de su mujer. Yasuo no se rinde. El amor por su amada esposa era tan grande que decidió conseguir su licencia de buceo para poder encontrar sus restos, aún cuando ha pasado una década. La esperanza de encontrarla aún está intacta. Takamatsu dejó pasar dos años para reponerse de la terrible impresión de saberse sin su esposa. En el año 2013 decidió incursionar al buceo.
Aprendió con los mejores maestros y para ese mismo año se sumergía en las profundidades del mar. Takamatsu ha descendido hasta donde nadie imagina, en donde el silencio solo es interrumpido por el sonido de los recuerdos. Yasuo Takamatsu lleva 8 años buceando, buscando el cadáver de su esposa. El Japonés dijo que él tendría permiso de morir en el momento cuando hallara los restos de su amada.
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