«La Lupita precorona, conmigo [era] encantadora, una chica muy linda, muy obediente, muy dócil, muy humilde, muy dulce, muy respetuosa. Poco tiempo después de que ganó la corona, bajo esa mala influencia que ella se asoció, ya fue el cambio completo», confesó Gustavo Castañeda, quien fuera el preparador de Lupita Jones y quien la ayudó a obtener el título de Miss Universo en 1991.
Pues ojalá y no les vaya a pasar lo mismo a los partidos políticos que forman la alianza para impulsarla como candidata a la gubernatura de Baja California. Y es que se sabe que dentro de dos días se oficializa la nominación de Lupita Jones por la coalición PAN-PRI-PRD a la gubernatura de este estado.
Sin embargo, algunos simpatizantes de estos partidos han mantenido sus reservas, ya que la exreina de belleza se ha peleado con grupos transgénero por sus declaraciones en el pasado, así como con sus pupilas, quienes la han tachado como una mujer de mal carácter y de muy pocas pulgas. Pues tal parece que en la política mexicana se privilegia la popularidad, sea ésta buena o mala, y se deja de lado la militancia, preparación y, sobre todo, la cercanía con la gente del pueblo.
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