Los mexicanos contamos con un caudal de sabiduría popular en los dichos o refranes, uno de ellos dice: «Para tener la lengua larga, se debe tener –primero– la cola corta», refiriéndose claramente a la calidad moral de quien señala, critica o manifiesta cualquier cosa, precisamente por aquello de «no tener cola que le pisen», que es otra figura coloquial en el lenguaje de los mexicanos. Pues tal parece que el gobernador Jaime Bonilla Valdez, el mismo que quiso dar madruguete a la democracia, queriendo alargar su gobierno por otros años más, sale muy valiente y ante los medios de comunicación acusó al precandidato a la gubernatura, Jorge Hank Rhon, de haber permitido la operación de los llamados «comandos negros», y de ser el «rey del secuestro» durante su periodo como alcalde de Tijuana.
Lo que este señor olvida es que si en verdad esas acusaciones fueran ciertas, no pasarían desapercibidas para las autoridades mexicanas ni para el gobierno norteamericano, es más, si eso fuera cierto, la misma autoridad electoral no permitiría que compitiera por la gubernatura. Lo que es cierto, es que el futuro del gobernador Jaime Bonilla Valdez pudiera ser el fresco bote, ya que el Partido Encuentro Solidario (PES) interpuso, por segunda ocasión en menos de una semana, un recurso sancionador ante el Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC), acusándolo de utilizar de manera inadecuada recursos públicos para apoyar a la precandidata de Morena a la gubernatura del estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Por cierto, no ha pasado desapercibido que el gobernador Jaime Bonilla se ha hecho como el Tío Lolo y se ha deslindado por completo de atender la narcoviolencia en Tecate. Las cifras no mienten, al menos durante lo que va de este 2021 se han registrado 43 personas asesinadas en el municipio que es disputado por el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, ante esta situación el gobernador Jaime Bonilla Valdez hace como que la Virgen le habla y no resuelve absolutamente nada.
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