El dueño de una empresa automotriz en Turquía puso una denuncia contra un empleado, el cual estaba atentando en contra de su vida al ponerle saliva contagiada con el virus del covid-19 en su bebida. El empleado había sido descubierto robando dinero de la empresa, motivo por el cual fue despedido. Posteriormente, Cimen, el empleado, compró saliva de un enfermo con covid por 70 dólares e intentó colocarla en la bebida de Unverdi, a la hora de estar con su bebida en la mano, fue alertado por otro empleado sobre el plan maléfico.
«Esta es la primera vez que escucho de una técnica de asesinato tan extraña. Gracias a Dios no me enfermé. Dios siempre está con los buenos», dijo el afectado. Cuando el empleado se enteró que Unverdi no había tomado la bebida, comenzó a enviar mensajes amenazantes a él y a su esposa. Dilek Unverdi afirmó tener temor de salir a la calle y encontrarse con el sujeto, quien es buscado por las autoridades.
Entre los supuestos mensajes mostrados por el empresario, el sospechoso le habría dicho: «No pude matarte con el virus. Te dispararé en la cabeza la próxima vez». «Preferiría que me matara en lugar de intentar infectarse con el virus. Mi madre y mi padre tienen una enfermedad crónica. Si me contagio con covid-19, podría haber infectado a mi familia y a los que me rodean Al menos si me disparara en la cabeza, yo sería el único en morir. No hay necesidad de ser tan malvado», dijo Dilek Unverdi.
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