A pesar de estar prohibida, la práctica de la mutilación genital femenina es una costumbre que se ha venido dando desde hace mucho tiempo en los países como África y Medio Oriente. Recientemente una mujer contó su historia y su experiencia de haber nacido en Kaedi, en Mauritania, un país de África. Hawa Touré contó un relato de cuando tenía diez años y pasó por el proceso de esta cruel práctica. La mujer relata que desde los diez años no logra olvidar cuando una mujer de su pueblo fue a su casa para practicar la mutilación genital a sus tres hermanas pequeñas y a ella.
«Fue un trauma que jamás he podido olvidar«, comenta. Hawa Touré recuerda perfectamente la hojilla metálica haciéndole el corte, no logra olvidar los problemas ginecológicos que arrastra este acto y el trauma de ver a su hermana de cuatro años a punto de morir por una hemorragia. Relata Hawa que en su pueblo natal todas las jóvenes están mutiladas porque no se veía normal que unas lo estuvieran y otras no.
En 2017 Hawa creó la Asociación Sociocultural de Mujeres Mauritanas Dimbe, que busca la integración de las mujeres africanas y evitar que se sigan haciendo este tipo de prácticas. Hawa está consciente de que, si no lo hacía, nadie podría salvar a las casi cuatro millones de niñas que están en riesgo en el mundo cada año. Hawa quiere que estas prácticas se acaben por completo, pues para ella esto es un rito satánico que no tiene nada que ver con lo religioso.
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