«Las nomenklaturas partidistas»

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Partidos políticos en México FOTO: WEB
- en Opinión

Irineo Domínguez Méndez / Nuevamente las cúpulas partidistas se asemejan a la criticada nomenklatura rusa; aquella élite que dirigió al Partido Comunista Soviético, en la cual la élite designaba a funcionarios y políticos en dicho País. En México no existe ninguna diferencia; por el contrario, a las características iguales se suman otras, que envidiarían los rusos de aquellos tiempos. La influencia y poder que tienen las dirigencias de los partidos políticos en México les ha permitido componendas entre ellos; sin importar de qué índole sean: económicas, sociales y políticas, con consecuencias de corrupción e impunidad en la gestión del Estado.

No es la primera ni última vez que se hablará del tema; más, vale la pena dedicarle el tiempo necesario con el propósito de producir debate y concientización de lo que hace la partidocracia nacional actual. Señalar la falta de calidad moral de los actores políticos para referirse a la democracia es aceptar que el concepto de la misma – en nuestro tiempo – es residual. Esto es así porque los amantes del poder político, olvidando al pueblo, reformaron la Constitución para reelegirse; principalmente por la vía plurinominal. Todo pactado en las élites de dirección que tienen en sus respectivos partidos. Tal reforma enterró la filosofía y/o principio que sirvió a Francisco I. Madero para impulsar la verdadera democracia en México. En otras palabras, la historia les valió madres a quienes aprobaron la reelección en el Congreso; se “acarranzaron” como sucedió en 1917 y hasta 1933.

Con la reelección, los dirigentes de los partidos políticos y familiares de éstos se afirman más en el poder. Vemos, en Morena, no similitud, sino igualdad de comportamiento que sus opositores, en cuanto a los procedimientos utilizados para elegir a sus candidatos en todo el País. Emitió sendas convocatorias que desnuda el centralismo prevaleciente en la toma de decisiones; es decir, su nomenklatura burocrática. Los órganos estructurales, de máxima “jerarquía”, son los únicos que deciden quiénes serán los candidatos postulados a cualquier puesto de elección: “es mentira que el pueblo ponga y el pueblo quite”. Incluso, modificaron los tiempos para “dar oportunidad” a que los integrantes del consejo nacional y congresistas nacionales puedan registrarse por la vía plurinominal.

Por una supuesta queja interpuesta ante su órgano jurisdiccional, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), por segunda ocasión, modificó una de las convocatorias, esta vez con fin avieso; la Convocatoria para seleccionar candidaturas para diputados al Congreso de la Unión por el principio de mayoría relativa y representación proporcional sufrió un “AJUSTE”; la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia “resolvió” favorablemente el expediente CNHJ-HGO-044/2021 y ordenó al CEN de Morena señalar plazo extraordinario y único “a fin de que los Consejeros Nacionales que deseen participar en el proceso de selección de candidaturas por el principio de representación proporcional puedan presentar su registro como aspirantes a dichas candidaturas.” (…). Finalmente, el Ajuste señaló los días 12 y 13, incluyendo, también, a los Congresistas Nacionales. El Congreso Nacional puede estar integrado hasta por 3,600 delegados y el Consejo Nacional por 300 consejeros. Así, las posibilidades de ser electos de los aspirantes ajenos a estos órganos directivos, se reducen al mínimo.

Antes de este “ajuste”, Mario Delgado – presidente de Morena – “reconoció” los servicios prestados por diputados levanta-dedos de la actual legislatura; les “sugirió” la reelección para dar continuidad a la agenda política de Morena. En otras palabras, teme la insubordinación de nuevos compañeros que pudieran integrarse a la fracción parlamentaria de su partido en este año. Porque, es indudable que la 4T sufriría modificaciones si llega gente pensante a la nueva legislatura; principalmente, de quien pueda presidir la Junta de Coordinación Política (JUCOPO); misma que maneja el presupuesto de la Cámara de Diputados y que influye en la asignación de comisiones. Asimismo, pudieran ser verdaderos representantes del pueblo que impulsen a nuevos dirigentes regionales del País. Compañeros dispuestos a derrocar la nomenclatura burocrática prevaleciente en el partido, para liberarlo de aspirantes a dinosaurios. Entonces, casi 200 diputados plurinominales actuales, también se inscribieron, “obedeciendo a quien fue su “jefe” en la Cámara de Diputados y hoy dirige al partido a nivel nacional. Así las cosas, la nomenklatura burocrática incondicional que intenta detener las aspiraciones legítimas de militantes, verdaderamente de izquierda, suma un total de ¡4,100 por la vía plurinominal!

La mayoría de los aspirantes inscritos desconfía de la legalidad e imparcialidad del proceso interno de Morena; existe tal seguridad de migración de dichos aspirantes que, solo falta conocer los resultados el día 15 de marzo próximo, para verla. Veracruz ya es un ejemplo de desbandada; Gonzalo Vicencio, exsecretario General en funciones de presidente ha renunciado al Morena; invitó a su grupo a marcharse con él. ¿Cuántos se irán? Los suficientes para repetir la derrota del 2017. Gonzalo Vicencio y otros han denunciado la intervención del gobierno del Estado en la selección de candidatos a nivel local y falta de oficio político de Mario Delgado. Les acusan de imposiciones e inclinación a postular a expriístas, expanistas, experredistas, exconvergentes (MC); ex, ex, ex., para impedir el empoderamiento de nuevos actores políticos, ajenos al grupo que, dicen, encabeza el gobernador; significando el reconocimiento la carencia de propios. Este gobierno es parte de la nomenklatura burocrática.

Uno de los que en el pasado cercano sufrió esta nomenklatura al buscar ser jefe de gobierno y/o titular del Ejecutivo de la ciudad de México fue Ricardo Monreal; con una encuesta “patito” vio disiparse su aspiración ante la actual jefa de gobierno; Monreal reconoció la existencia de una «elite» que toma las decisiones. Su suplente en el senado también la padeció al intentar ser presidente del Partido: Alejandro Rojas. Esta élite goza de los privilegios que da la “prerrogativa” asignada por el Estado: crea nuevos ricos; empresarios; propietarios de bienes raíces; pago de viáticos en los mejores hoteles, aviones, restaurantes costosos; sueldos exorbitantes; autos lujosos; chofer; en fin, lo que da el poder: fama, dinero y respeto. ¡La burocracia de Morena se empoderado, gracias – hasta ahora – a la pasividad de su militancia!

Otro sí digo. – En el PRIANPRD “también se cuecen habas”; siguen ellos en la descripción del presente escenario.

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