La portada de la revista Proceso de esta semana no le va a gustar nada al presidente López Obrador, por ello será mejor que ni se la muestren; ahorita que está delicado mejor no darle disgustos. Proceso revela en un reportaje de Rodrigo Vera, que entre los temas que trataron los presidentes de México y Estados Unidos la tarde del viernes 22 de enero estuvo el asunto de las vacunas. Ahora ya se sabe que las vacunas que adquirió en un primer momento el gobierno de México no alcanzaron para vacunar a los trabajadores de la salud, esos que están en la primera línea atendiendo a los pacientes con covid.
Para colmo, Pfizer ya avisó a México que, de las vacunas prometidas, le van a llegar menos. Ante ese panorama el presidente tuvo que pedirle a Biden que le vendiera unas vacunas. Proceso revela: «En la conversación telefónica que tuvieron el viernes 22, López Obrador buscó el favor del nuevo presidente estadunidense para la obtención de vacunas. Biden le respondió que no era el momento, porque su prioridad es la población de Estados Unidos».
No llegan las vacunas, ni las rusas, ni las de AstraZeneca ni las chinas. Y se supone que en unos días se empezaría a vacunar a los adultos mayores. Como dice la portada de Proceso, López Obrador y López-Gatell están “Rebasados”.
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