Salvador Muñoz / Independientemente de quién vaya como candidato, ya sea del PAN, o de la Alianza, o de otros partidos, como MC o el que usted quiera, al menos en Xalapa se requiere de un presidente o presidenta municipal que supere en cualidades al actual alcalde… a simple vista, podemos decir que el mismo Hipólito Rodríguez Herrero deja margen amplio para que cualquiera haga más de lo que él hace, pero lo mismo se decía de Javier Duarte, y el actual gobernador, en menos de dos años, amenaza con creces en arrebatarle los varios títulos que ostenta el cordobés. La política siempre nos ofrece la oportunidad de seguir sorprendiéndonos.
Por supuesto, en el caso de Xalapa, como quizás el Puerto de Veracruz, Boca del Río, Coatza, Poza Rica, Orizaba, Córdoba, Tlacotalpan, Papantla y otras ciudades que por sus características tienen un plus político, no bastará un buen alcalde que haga más de quien en un año, será su antecesor; ni tampoco bastará de gran imaginación para bajar recursos (y no devolverlos como el de Xalapa) y generarlos; o visión amplia que genere impulso en los sectores productivos de la ciudad y sean anclas para que haya más inversión en su localidad; ganancia es que no tengamos que padecer el año de curva de aprendizaje que, en casos como Xalapa, dejó de ser curva para convertirse en círculo donde no se aprendió nada… no, a veces no basta todo eso… también es relevante la coordinación con otros poderes, en especial con el Ejecutivo del Estado y sus respectivos legisladores.
¡Ojo! Dije “Coordinación” porque a veces ésta se confunde con “sumisión”, o lo más complicado, que haya “confrontación”… y curiosamente Xalapa la ha padecido en distintas formas… ¡ah! y no importa si son del mismo partido los actores o no… muchas veces sus pasiones las pagamos los ciudadanos. Ejemplo: la alcaldía de Guillermo Zúñiga Martínez y el gobierno de Dante Delgado Rannauro. La alcaldía de Rafael Hernández Villalpando y el gobierno de Miguel Alemán Velasco. La alcaldía de Hipólito Roríguez Herrero y el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
A diferencia del último, los dos primeros al menos tuvieron los arrestos para seguir trabajando teniendo el viento en contra, mientras que el primero, teniendo todo para crecer al lado del mandatario, xalapeño por cierto, dejó que la mediocridad se adueñara de su administración.
Por eso, no importa si sea Checo Hernández, David Velasco Chedraui, Cuauhtémoc Velázquez, Elizabeth Morales García, o quien sea, el xalapeño desea que el presidente o la presidenta municipal que gobierne a partir de enero del 2022, coordine esfuerzos con el Poder Ejecutivo; con los legisladores locales así como federales y por supuesto, con el Ejecutivo federal… que si bien, pueden llegar por fuerzas políticas diferentes a las que gobiernan o por el partido en el poder, su primer razonamiento sea despojarse de colores y siglas y enfundarse la camisa de Xalapa para intentar trabajar en coordinación con el gobernador, el presidente, y los diputados.
Creo que los xalapeños, además de frustrados por el triste desempeño que el académico Rodríguez Herrero ha propinado a lo largo de tres años, lo que menos se quiere es que en un año, la presidencia municipal se convierta en la esquina de un ring, donde la calle de Enríquez sea la arena de una pugna con miras al 2024.
Comentarios