A la mujer la aprehendieron las autoridades, después de que su esposo les informó que la atrapó en una bañera con el adolescente. Tras el caso, el menor declaró que consideraba que sus actividades eran consensuadas y que no creía que fuera gran cosa. Además, dijo que disfrutaba mucho estar con su maestra.
La maestra Amanda terminó sentenciada a noventa días de cárcel, pero evitó el registro de delincuentes sexuales, después de un acuerdo de culpabilidad. El castigo de la maestra disminuyó debido a la declaración del menor, donde señaló que en vez de representar un trauma para él fue todo lo contrario.