Un Gobierno “incluyente”

Cuitláhuac
Xalapa, Ver. El gobernador de Veracruz Cuitláhuac García en conferencia de prensa FOTO:MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER
- en Opinión

Sergio González Levet / Camino por una calle del centro de la ciudad y sin querer escucho la conversación de una mujer y un muchacho. Ella, joven, de unos 45 años, alegre, de voz clara y diáfana, como dicen que son las aguas de la fuente de la juventud.

Me doy cuenta de que cometí un error al poner “conversación”, porque en realidad es ella sólo la que habla, y su pequeño interlocutor (auditor en realidad) solamente escucha, con un gesto pícaro y divertido que danza en su rostro imberbe aún.

—Yo no sé por qué hablan tan mal de los morenistas en Veracruz y de lo pésimo que están haciendo las cosas. Fíjate bien —dice ella— y verás que el Gobierno de Cuitláhuac es el más incluyente de la historia del estado. Que ¿por qué? ¡Pues porque tiene incluidos en la nómina a todos sus parientes y amigos! Ja ja ja.

El chascarrillo, dicho en voz ala con toda intención, nos hace reír a varios transeúntes, y más por los kilos de verdad que conlleva.

El Gobierno de Morrena en el estado quedó a deber mucho al millón 600 mil ciudadanos que votaron por él en 2018, y sobre todo dejó de cumplir las promesas que empeñó su candidato en la campaña:

1. Sería un gobierno cuidadoso de la ley, y se ha dedicado a transgredir o a modificar las leyes que no convienen a sus intereses, sobre todo los encaminados a controlar el poder y perpetuar a su partido en él.

2. No habría camarillas ni familiares incrustados en puestos de la administración estatal, y el nepotismo y el amiguismo han sido la norma cotidiana de los nombramientos, muchos de ellos otorgados a personas sin el perfil mínimo para ejercer el puesto encomendado.

3. Sería un Gobierno honesto, honesto, honesto, y las sospechas se levantan cada vez más numerosas respecto al manejo discrecional de los dineros públicos, sobre todo en el caso de la adjudicación directa de obras, totalmente fuera de la normatividad.

4. Sería un Gobierno del pueblo para el pueblo, y ha resultado una administración encaminada a cumplir los caprichos del Gobernador, con el objetivo único y exclusivo de quedar bien con el Presidente de la República, su oscuro objeto del deseo.

5. Sería un Gobierno que no mentiría, y relucen los engaños en los informes de gobierno, tan triunfalistas como despegados de la realidad, que pintan un mundo de fantasía en el que todos son felices y exitosos y satisfechos.

¿Incluyentes los morrenos? ¡Claro! Pero con los pequeños grupúsculos que conforman las nuevas tribus, calcadas de los movimientos de izquierda, en los que terminan peleando todos contra todos, como está siendo el caso.

Y mientras los ciudadanos vemos ese espectáculo, similar al de las hienas que se pelean los restos sanguinolentos de un cadáver descompuesto, las oportunidades de progreso, de paz, de armonía se siguen yendo hacia el abismo.

Porque ellos no escuchan, ensordecidos por el ruido del poder.

Pero ya vendrá el primer domingo de junio de 2021…

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