La importancia de escuchar

Escuchar
La importancia de escuchar FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / A mis alumnos les comento que la arquitectura no cambia al mundo, es el mundo y su realidad lo que cambian la arquitectura, es por eso que debemos comprender la realidad y sus circunstancias, para de esta forma, interpretar el mundo y representar nuestro entendimiento por medio de la arquitectura. Lo mismo sucede en todo el quehacer de la humanidad. Son las ideas las que la transforman al mundo y nos obligan a cambiar.

Desde hace unos meses un grupo de amigos estamos intentando comprender la realidad. La pandemia y la tecnología nos han obligado a un cambio de paradigmas en los que como sociedad nos hemos encontrado cómodos por décadas, pero sin la menor duda, es evidente que la humanidad se encuentra en un profundo proceso de transformación que nos ha forzado a cambios en la forma como nos comunicamos, consumimos, entretenemos, relacionamos y nos informamos. Es una transformación que tiene unos años entre nosotros, los cambios son profundos y serán duraderos, implican una evolución en fuentes de energía, equilibrios geopolíticos y modos de producción en todo el planeta.

La forma de hacer política no es la excepción, es por esto que iniciamos un experimento de cambio donde escuchar y ser escuchados es la fórmula que exploramos. Hablar con personajes políticos, hombres y mujeres, pero hablar en un diálogo inteligente y en un marco de respeto, eso es lo que Hablemos de Xalapa intenta ser. Escuchar visiones e ideas de ciudad, ser escuchados en la diferencia, ese es el reto enorme que enfrentamos como sociedad del siglo XXI.

El proyecto ciudadano Hablemos de Xalapa se ha modificado durante el proceso en estos meses, es increíble que muchos de nosotros tenemos claro el objetivo de la necesidad de una sociedad más participativa, informada e involucrada en los temas de la ciudad, lo complejo son los cómos, por eso las vacilaciones y los cambios de estrategias.

Los políticos nunca más deberán pararse en un estrado y con arengas fáciles hablar en monólogos interminables sobre sus visiones, deseos de cambio y promesas imposibles a un público silencioso y menospreciado. La democracia no puede seguir funcionando así, por lo menos no la democracia que queremos los mexicanos.

En los foros que se han realizado en los últimos meses se han presentado temas complejos y la participación de los ciudadanos ha resultado extraordinariamente enriquecedora. Se ha hablado de ciudad, economía, sociedad, agenda feminista, entre oros, pero más que hablar, lo valioso es que entre todos hemos aprendido a escuchar y ser escuchados.

Aprender a escuchar al otro es la gran idea transformadora, idea que nuestros futuros candidatos deberán considerar y entender. La sociedad quiere y exige que se le escuche, que se le escuche con atención y se le considere con la importancia que representa su participación como ciudadanos.

La política cambió, ya no se necesitan grandes oradores o predicadores encantadores, lo que queremos son políticos ciudadanos que escuchen como condición indispensable para ser escuchados. Estoy convencido que ese es el nuevo paradigma, el diálogo donde para exigir ser escuchado se debe primero escuchar, ser un gran escuchador.

La política se debe hacer de los ciudadanos, para los ciudadanos y con los ciudadanos, cualquier otra cosa no va a resultar, son visiones y obsesiones del pasado que nos resistimos a dejar atrás. Participación ciudadana no es solo votar cívicamente el día de las elecciones o que los políticos nos pregunten sobre los temas que quieren y les convienen a ellos, participación ciudadana es escuchar, ser escuchados y tomados en cuenta.

Amigos candidatos, los invito a escuchar, les aseguro que será una experiencia diferente y posiblemente incomoda al principio, pero con un poco de práctica verán que es un extraordinario ejercicio de la democracia del siglo XXI.

Todo lo demás ya lo intentamos y se agotó.

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