Pocos, muy pocos seres pensantes se creyeron eso de que en Xalapa habíamos pasado al color verde en el semáforo epidemiológico. Quienes se han dado cuenta que el semáforo se convirtió en un instrumento político, se tomaron la noticia con mucha precaución. Para algunos analistas, especialistas en el tema de Salud, México está regresando a los días de agosto, cuando las cifras de contagiados y muertos seguían creciendo.
Vale señalar que en diciembre Veracruz alcanzó un tercio de los muertos por covid de la Ciudad de México, sólo que Veracruz no tiene la tercera parte de la población de la CDMX. Es por ello que algunos se dieron cuenta de que poner a Veracruz en semáforo verde fue una gran irresponsabilidad; dentro de unas semanas se podría decir que fue un crimen.
En las plazas comerciales, en los restaurantes, en las calles, bazares y mercados muchas personas se creyeron lo del semáforo verde, se creyeron que eso les permitía moverse como si el coronavirus ya hubiera sido erradicado del país. Pero no es así; el coronavirus sigue y está más intenso, por lo que debemos seguir con las medidas sanitarias, usando el cubrebocas y guardando la sana distancia.
Tienen un desmadre si no saben gobernar para que carajos ponen el verde están jugando con la salud de todos los ciudadanos de por sí muchos no creen y con las malas decisiones del gobierno contribuyen a que los ciudadanos andén como sino hubiera pandemia