Uno de los más grande males que aquejan dentro del gobierno de Veracruz es el nepotismo, esa es la marca de la casa. Podemos decir que casi en todas las dependencias se encuentran incrustadas los familiares de los nuevos funcionarios de Morena. No han descubierto el hilo negro, sólo se trata de intercambiar favores entre ellos: los hijos de un funcionario van al área del amigo, y lo hijos del amigo se colocan en el área del amigo que le mandó sus hijos. O la otra es, como le hace el propio gobernador, negar el parentesco, aunque todas pruebas pesen sobre el como una espada de Damocles.
Pero si usted piensa que esos es todo, se equivoca, resulta que los nuevos funcionarios ya han dado muestra de ser hábiles en el tráfico de influencias y en el conflicto de intereses. En las redes sociales ha surgido el caso de la hija del secretario de Educación, a quien a huevo quieren poner como presidenta consejera del Colegio de Veracruz, tema que por cierto ha tocado la periodista Claudia Guerrero.
El tema causa resquemor y molestia, no porque la infanta del regordete secretario de Educación no tenga derecho, el asunto es que el propio rector del Colver, Mario Raúl Mijares Sánchez, se exhibe como matraquero de la hija del secretario de Educación al poner en sus redes sociales que la chamaca es la buena para ser la próxima consejera presidenta del Colver. Pero no sólo eso, la aludida candidata se ha puesto a ofrecer las perlas de la virgen para que la elijan. Ofrece becas y casi hasta chamba para aquellos que voten por ella. Esa es una muestra más de la pírrica cuarta transformación jarocha.
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