La actual Legislatura es un Congreso fallido, pues muchas de las reformas, acciones o arbitrariedades que han cometido, se las están revirtiendo. Es comprensible, quienes toman las decisiones en el Congreso son personajes obtusos, retrógradas, que lo único que buscan es satisfacer sus malogrados intereses. Es por ello que no extraña que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación esté dando marcha atrás a las reformas de índole electoral que en meses pasados se aprobaron.
El TEPJF obliga al Organismo Público Local Electoral a que devuelva recursos que desde el mes de agosto le habían retirado a partidos políticos federales. Es por ello que tendrán que regresar hasta 500 mil pesos a los partidos políticos; ¿de dónde los van a sacar? Quien queda mal también es el OPLE veracruzano, quien no se ha opuesto a las arbitrariedades del Congreso local, los cuales usan a este organismo electoral como les viene en gana.
Atrás de todas estas reversiones ha estado el partido de Francisco Garrido, Podemos, quien por cierto sigue empujando para que la torcida Reforma Electoral, aprobada por los morenos en la obtusa Legislatura actual también se caiga. Ya sabe usted, lo que mal empieza, mal acaba, y este Congreso, que actúa como organización criminal, comandada por “El Carón”, tendrá todavía más reveses.
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