*Del voto por voto “al diablo las instituciones”
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE LAS idiosincrasias son distintas, incluso las periodísticas y, por tanto no son lo mismo los medios de comunicación de Estados Unidos -donde aún prevalece cierta dignidad y vergüenza- que algunas de México –donde por unos centavos se entrega el alma al mejor postor (aunque existen sus excepciones)-, lo cierto es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador debería reflejarse en el actual espejo Donald Trump a quien la empresas periodísticas estadounidenses le cortaron la transmisión el pasado jueves ante el cúmulo de mentiras vertidas en torno a la elección presidencial en aquel País, enarbolando el argumento del fraude para exigir –como lo hacía AMLO en México- voto por voto, casilla por casilla, y sin más acusar a las instancias responsables de la elección de haberle robado el triunfo sin más argumentos que su dicho (y mandando al diablo a las instituciones que tanta sangre costaron construir). Trump habría dicho que ganaría su reelección en EU si los demócratas que apoyan a su rival Joe Biden no estuvieran tratando de «robarle» la contienda, lo que motivo que varias cadenas de televisión, hartas de la simulación y verborrea del norteamericano le cortaron su mensaje: «Si sólo se cuentan los votos legales, yo gané fácilmente la elección; si cuentan los votos ilegales y tardíos pueden robarnos la elección”, afirmó Trump en un mensaje de tuit suprimido luego por esa empresa de comunicaciones, a lo que se sumaron varias cadenas de televisión como ABC NEWS, NBC NEWS, MSNBC Y CBS, las más importantes de Estados Unidos que interrumpieron la transmisión del mensaje por falsear información sobre la reciente elección. En suma, poco faltó para que lo tildaran de loco.
INSISTIMOS, MÉXICO no es Estados Unidos, aunque ya grandes empresas periodísticas constantemente vapuleadas por López Obrador están a un tris de dejarle de publicar, y acaso por ello indica que Notimex, la agencia informativa del Estado que enfrenta múltiples conflictos no será cerrada, sino que la reforzará y modernizará, a sabiendas de que al paso que va, la mayoría de los medios van a privilegiar sus yerros por encima de logros –que son pocos-, a no ser entregar su aguinaldo para combatir el CoVid19 y las prestaciones que por ley deberían recibir sus colaboradores (aunque con su aguinaldo solo podría ser tratada del Coronavirus una persona dado lo elevado de los tratamientos-. Y es que Trump, como López Obrador en su momento, encaminaba su estrategia a cuestionar la legitimidad de la elección, de tal suerte que cualesquiera que fuera el resultado de su postura justificará su derrota y de acuerdo con por lo menos una afirmación, prepararía el camino a su campaña en 2024, pero Trump –como ya saben quién- ya tiene hasta el copete a las televisoras y medios estadounidenses que decidieron cortarle su mensaje por considerarlo «desinformación» y alzarle la mano a Biden aun cuando los tribunales no han decidido, aunque con tanta diferencia en sufragios electorales ya no hay vuelta atrás.
Y ES que trasladando el discurso de Trump a las “mañaneras” de AMLO, ocurre tácitamente lo mismo, ya que no hay día que el Presidente mexicano no descalifique a sus adversarios sepultando todo vestigio de progreso o crecimiento que hubo en años pasados, tratando de convencer a los incautos seguidores que México comenzó a partir de que llegó al poder, esto es, que antes no había crecimiento ni desarrollo, sino que fábricas, vías de comunicación, escuelas en todo el País, clínicas y hospitales –por solo citar lo básico- iniciaron con la llegada al poder de la Cuarta Transformación, lo cual es totalmente falso. Peor aún, AMLO se ha dedicado a atacar a los medios de comunicación que directa o indirectamente le sirven, lo que muestra un tufo de incongruencia e ingratitud, y algunos datos que referencian el rencor de AMLO contra los medios de comunicación no tienen desperdicio. Y es que en el primer año de Andrés Manuel López Obrador al frente de la Presidencia, 609 periodistas fueron agredidos y 14 asesinados, un crecimiento superior al 100 por ciento respecto del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto y de 12 por ciento en comparación con los datos de 2018, según un análisis de Artículo 19. AMLO dice que nunca los medios de comunicación habían atacado tanto a un presidente, pero tampoco un Presidente había atacado con tanto rencor a los medios culpándolos acaso de sus pasados fracasos.
APENAS EL 4 de mayo de este año, AMLO defendió al subsecretario de Salud Hugo López-Gatell ante críticas por la gestión federal en el combate o control de la pandemia. El presidente omitió responder en torno al Día Mundial de la Libertad de Prensa, pero minutos antes recordó consignas de cuando era estudiante y se manifestaba contra el periódico Excélsior con la consigna: “prensa vendida prensa vendida”. El 11 de mayo, ante una investigación del New York Times sobre el desfase en las cifras oficiales en torno a muertes por CoVid19 con datos en hospitales y funerarias, el presidente aseguró que el medio de EU actuó “de manera tendenciosa, faltó ética. Entonces si actuamos con apego a la verdad y no mentimos, no robamos, no traicionamos al pueblo, pues no hay nada que temer, aunque se trate de The New York Times”. “Los periódicos más famosos del mundo mienten, calumnian, el New York Times, The Washington Post, Financial Times, El País, muy famosos pero sin ética», remataría cuatro días después ante la persistencia de notas en medios internacionales sobre las números de la pandemia en México. El 14 de mayo Grupo Reforma publica que recibió una amenaza contra sus instalaciones en caso de que no cesen las críticas que hace el medio al gobierno federal, según una llamada recibida por el medio de un supuesto integrante del cártel de Sinaloa. El 13 de Julio, al ser cuestionado sobre el avance de la Pandemia, aseguró que no se puede comparar la cifra de muertos de México con los de Italia, porque la cantidad de habitantes es distinta. «Desde el principio nuestros adversarios se metieron en este asunto con el propósito de hacernos daños políticamente. Entonces tenemos que enfrentar la pandemia y al mismo tiempo la desinformación, el amarillismo de algunos medios de información que tienen diferencias con nosotros», dijo, pero lo cierto es que México en el cuarto País con más muertes por CoVid19.
EL 20 de Agosto, consigna La Silla Rota, la Secretaría de la Función Pública (SFP) emitió un oficio en el que prohíbe a las dependencias federales sostener algún tipo de relación comercial con la Revista Nexos, firma presidida por Héctor Aguilar Camín, periodista crítico del presidente, veto que afecta, paralelamente a la editorial Cal y Arena, y que ya fue levantado mediante un amparo. Cinco días después de anunciado el veto, durante la conferencia matutina, el presidente López Obrador decía que columnistas y medios están enojados porque se les retiró el financiamiento con la llegada de su gobierno. Un reportero le cuestionó si se refería a la revista Nexos, a lo que el mandatario mexicano apuntó que esas revistas las compraba el gobierno, casi toda la edición y las suscripciones. Insistió que se les entregaban recursos, vendían libros, documentales, millones de pesos, por eso callaban, nunca vieron la corrupción. López Obrador expuso que Letras Libres recibió 90 millones 427 mil 263 pesos en publicidad, suscripciones, suministro de revistas y adquisición de libros. Por su parte, Clío recibió 185 millones 401 mil 11 pesos en servicios de publicidad, tanto en México como en España, producción de documentales y adquisición de libros. El 11 de Septiembre, en el colmo de la actuación llamó “pasquín inmundo” al periódico Reforma, seis días después, enfatiza en el término porque el diario cuestionó la recaudación de firmas para llevar a cabo la consulta sobre el juicio a expresidentes como Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, según relata La Silla Rota. En fin, AMLO, al paso que va, se encamina al mismo destino de Trump si sigue suponiendo que el pueblo sigue usando taparrabos. OPINA [email protected]
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