Tal vez todos en algún momento hayamos tenido un trabajo donde había tratos injustos y los compañeros eran poco agradables o “tóxicos”. Y aunque, quizás la solución más sencilla es soportar o renunciar, para Shana, una mujer en Estados Unidos que trabajaba en un supermercado, la solución era otra, pues tomó el megáfono y sacó al sol todos los trapitos de sus compañeros, y también le dejó unos recaditos a la empresa.
A través de un video se le escucha decir a la mujer: «Finalmente, dejé mi tóxico trabajo que me estaba haciendo absolutamente miserable durante un año y siete meses». Sin embargo, esto no fue lo único que dijo, pues Shana tenía todo un discurso que decir y no se iba a ir hasta que sacara todo de su pecho.
«Y Jimmy, de la sección deportiva, Joseph, el cajero, Larry, de jardinería: todos ustedes son unos pervertidos, y espero que no le hablen a sus hijas como a mí», expresó. Tras esto, sólo agradeció a la persona que la ayudó a entrar y al final renunció.
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