Europa y Vaticano dicen ‘nones’ a AMLO

Abajofirmantes
Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB
*Temen que no devuelva códices y penacho
*Les purgó exigencia de perdón a indígenas

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / CONOCIENDO ACASO como se las gasta, y que “como dice una cosa dice otra”, los gobiernos europeos no quisieron arriesgarse a que los tesoros documentales y arqueológicos que se encuentran en el viejo mundo, incluidos códices y mapas de la antigua Tenochtitlan en posesión de El Vaticano pasaran de ser un préstamo a una donación a México, y una vez aquí el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se negara a devolverlos, aun cuando la solicitud de prestación fue por conducto de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller cuyo viaje a diferentes naciones al otro lado del “charco” fue por demás improductivo, aunque le permitió codearse con la realeza, ser recibida por el Papa Francisco y conocer, de gratis, lo que es inaccesible para el común de los mexicanos. Los primeros que rechazaron la petición de AMLO por conducto de la representante lopezobradorista fue el Gobierno de Austria cuyo Museo Etnográfico de Viena informó que no prestará el Penacho de Moctezuma en al menos 10 años, porque está muy frágil como para ser trasladado desde ese País en un avión comercial donde viajaría sin los mínimos cuidados. Así le respondieron a Gutiérrez Müller, Coordinadora Nacional de Memoria Histórica de México quien a nombre de su esposo pidió que Austria prestara a México el afamado penacho del antepenúltimo esperador Azteca, el cual consta de plumas y está enjoyado, y es considerado uno de los objetos prehispánicos más importantes del País que sería exhibido el próximo año en ocasión del 500 aniversario de la caída de la capital Azteca ante el conquistador Hernán Cortés. Y es que si había buenas intenciones de los gobiernos europeos, la chocante demanda a las potencias para que se disculpen por los abusos de la era colonial en lo que ahora es México, fue acaso la gota que derramó el vaso, y peor aún la alusión de que “los austríacos se han apoderado por completo del penacho de Moctezuma. No se lo quisieron ni siquiera prestar a Maximiliano de Austria (mejor conocido como Maximiliano de Habsburgo, archiduque que entre 1864 y 1867 fue emperador del Segundo Imperio Mexicano dominado por los franceses)”.

Y ES que al Presidente López Obrador ya no le creen ni “el bendito”, y ya no se diga los mexicanos –que cada vez son menos quienes acuden en su apoyo- sino gobiernos extranjeros a los pretende apantallar con un triunfo arrollador en México, y en ese tenor busca enarbolarse como el hombre más popular después de Jesucristo –rebasando, por supuesto a los 12 apóstoles, incluido Judas Iscariote con quien se le comienza a encontrar gran parecido-, y acaso por ello, el nuncio apostólico, Franco Coppola ha dejado en claro que El Vaticano tampoco prestará a México los códices prehispánicos pedidos por el Presidente en una carta entregada por su esposa Beatriz Gutiérrez Müller al Papa Francisco el pasado 2 de Octubre, y explicó que la negativa es muy simple: “al ser considerados documentos históricos, en caso de entrar a México las leyes locales señalan que no podrían ser devueltos”, en pocas palabras, la petición de AMLO era plan con maña, pero le voltearon el chirrión por el palito. Copola dice que “habrá que ver bien los detalles de la cuestión, pero algunos juristas me han señalado que a México no se le puede prestar nada porque la ley impide regresar las cosas que se prestan porque son monumentos históricos. De enviarse estas piezas a México se quedarían en el País y se convertirían en un regalo no en un préstamo”, aun cuando la carta enviada por López Obrador al Papa se habla de préstamo. Pero al igual que en Austria, lo que cayó como patada en las criadillas al Sumo Pontífice fue la exigencia del irreverente y desmemoriado Presidente mexicano en una carta, en la que pide a su Santidad disculparse a nombre de la Iglesia Católica con los indígenas por los abusos de la conquista, cuando ya en otras ocasiones Juan Pablo Segundo y Benedicto XVl lo hicieron.

CON TODO y eso, AMLO no tuvo miramiento en pedir “prestados” al Vaticano los Códices Borgia, Vaticano B y Vaticano A; Códice Ríos y mapas de la antigua Tenochtitlan para exponerlos durante las conmemoraciones del 2021, por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan (1321), los 500 años de la Conquista española (1521) y el Bicentenario de la consumación de la independencia de México (1821). Pero al final de la carta AMLO enfatizaba: “Aprovecho para insistir en que, con motivo de estas efemérides, tanto la Iglesia Católica, la Monarquía española y el Estado mexicano debemos ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras y someterlos, desde la Conquista en 1521 hasta el pasado reciente”, algo que no cayó nada bien al Papa Argentino que echó con desdén la misiva en un cajón molesto por semejante irreverencia. Pero más caballeroso que el Presidente mexicano, su Santidad ya contestó a López Obrador una carta reconociendo la realidad histórica en este encuentro de culturas, de razas, de personas, de pueblos, donde hubo seguramente algunas sombras, y hubo también muchas luces”. Cabe mencionar que en la misma fecha, AMLO escribió también una carta al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, solicitando para el mismo fin el préstamo del Códice Bolonia, que versa sobre matemáticas y astronomía mexicas, escrito antes de la Conquista, y el Códice Florentino, escrito por fray Bernardino de Sahagún entre 1540 y 1585 que se encuentran en la Universidad de Bolonia y en la Biblioteca Medicea Laurenziana, respectivamente, y la respuesta fue, simple y llanamente, no.

EN POCAS palabras, habría que ver cuánto costó el viaje de la señora Gutiérrez Müller al viejo mundo, quien lo financió y bajo que rubros, y si se justifica debido a los nulos resultados obtenidos, pues a las celebraciones que menciona el Presidente en las misivas ni siquiera logró que alguno de los ilustres visitados por su esposa prometiera venir a México y, mucho menos prestar una sola plumita del afamado penacho. En Italia y Austria a lo que más se comprometieron es a abrir vía remota las visitas a los museos donde se encuentran las reliquias del pasado, para que los mexicanos del presente le echen un vistazo, porque conociendo a AMLO que suele imitar a María Expropiación Petronila Lascuráin y Torquemada De Botija, que “como dice una cosa dice otra”, mejor vía internet que arriesgarse a que luego, argumentando cualquier cosa, ya no los devuelva aun cuando dice que pertenecen a México, cuando en realidad son botín de guerra o conquista, y ni modo que Roma devuelva a las naciones sometidas en su tiempo las riquezas que sustrajo, o que los franceses hagan lo propio con lo que Napoleón Bonaparte obtuvo mediante la ocupación o invasión de países en Europa. Vaya caso…OPINA [email protected]

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