Entre los gobernadores que respaldan a López Obrador está Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz. También está Jaime Bonilla de Baja California, Rutilio Escandón de Chiapas, Cuauhtémoc Blanco de Morelos, Miguel Barbosa de Puebla, Adán Augusto López de Tabasco y Claudia Sheinbaum de la Ciudad de México. Sin embargo, estos gobernadores sólo firman lo que el mismo presidente les dictó.
Está claro que el comunicado coincide con las acusaciones que el presidente López Obrador lanzó en contra de los gobernadores que amagan con salirse del Pacto Federal: «Entendemos que la dificultad electoral que enfrentan en sus estados por las elecciones del 2021 los lleve a una desesperada acción por llamar la atención; sin embargo no solo es irresponsable, sino inconstitucional llamar a acciones legales para romper un pacto federal establecido en la Constitución y que ha significado la unidad en la adversidad que ha vivido nuestra Nación en diferentes momentos».
Lo único que hace López Obrador y sus gobernadores paleros es echarle más leña al fuego. Porque tal vez sí tengan razón en que uno de los tantos motivos del amago de los gobernadores federalistas sea electorero, pero alguien inteligente buscaría calmar los ánimos y buscar una salida más diplomática. Además, quienes deberían estar desesperados por las elecciones del 2021 son los gobernadores de Morena, por el temor de que en sus estados se repita lo que sucedió en Coahuila e Hidalgo.
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