Tras la muerte del profesor Samuel Paty, quien murió decapitado en manos de un terrorista por mostrar caricaturas de Mahoma, se descubrió que el autor del crimen tenía una cuenta de Twitter identificada como la de un islamista. De igual manera tenía una cuenta de Facebook en donde circulaban imágenes que aludían al islamismo extremo. Ante este descubrimiento el ministro de Francia, Jean Castex, ha cuestionado la libertad que las redes sociales tienen y va a pedir a los medios de comunicación social que combatan el ciber-islamismo.
Cabe señalar que las redes están hechas para captar nuestra atención, y para ello la emoción es más importante que la inteligencia. Así que un video que contiene veracidad, cultura y aprendizaje siempre será derrotado por algún video en donde haya contenido explícito como sexual, violento y de intolerancia racial.
Las redes sociales se han apoderado del mundo y hoy en día hacen una analogía de lo grave que puede ser el no haber previsto desde el inicio las consecuencias que traería el darles toda la libertad en sus contenidos. El ministro de Francia ha dicho que en adelante las redes sociales serán más investigadas.
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