Eric Cisneros metió su fornida mano al congreso local y lo ha convertido en cómplice de sus caprichos. Metió su cuchara en el nombramiento de su empleada para ungirla como fiscal, y Verónica Hernández Giadáns es la que despacha en una Fiscalía a modo. Ahora, remueve a Sofía Martínez Huesca del poder judicial, mediante coacciones y amenazas, muy a su estilo camorrero y corriente.
Se entiende que el apodado Bola 8 es parte importante del poder ejecutivo, y que como funcionario debe entender que se debe respetar la autonomía de los poderes, pero desde que el bajacaliforniano llegó a la secretaría de gobierno se ha empecinado en meterse hasta donde no debe.
Los poderes legislativo y judicial, se encuentran secuestrados por un sujeto que no ama Veracruz, sino más bien se ha servido con la cuchara grande en tierra que no es suya, aunque él diga que su trabajo es por los veracruzanos. Veracruz tiene muchas desgracias enfrente, desde que Cuitláhuac García Jiménez ha dejado que este siniestro personaje se meta y violente la soberanía de otros poderes, mismos que deberían ser autónomos, independientes y soberanos.
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