Hay una fábula que tiene que ver con los altos niveles de gobierno. Se dice que cuando el presidente de la República pregunta: ¿Qué hora es? Todo mundo le contesta, la que usted diga señor presidente. Y es que se ha corrido el mito de que el presidente es infalible, nunca se equivoca. El día miércoles, durante la mañanera, el secretario de Salud advirtió de que en 8 estados se estaban presentando rebrotes de Covid-19.
El subsecretario de Salud confirmó que se estaban presentando «signos tempranos de un rebrote». Sin embargo, el infalible presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo que «no hay todavía rebrotes, hay estados en donde ha aumentado el contagio, pero no se puede hablar de rebrotes». ¿Qué hora es?, pregunta el presidente.
El subsecretario López-Gatell, en la conferencia vespertina de Salud, tuvo que darle la razón al presidente; de manera cantinflesca hizo malabares con el lenguaje, pero finalmente le dio la razón a López Obrador. Y finalmente, ¿hay rebrotes o no hay rebrotes? Después de esta exhibición de incongruencia concluimos que hay rebrutos.
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