Es Pío López Obrador quien desde 2017 tiene los derechos de propiedad de “Las Guacamayas” de Chiapas, estado en el que Manuel Velasco, uno de los alfiles de López Obrador en la campaña era gobernador. Se supone que la justificación para esta obra es la de incidir en la reducción de los delitos y la disminución del uso de drogas entre los jóvenes: «Se proyecta que este espacio funcione como punto de encuentro para los deportistas, aficionados y atraiga a otros que tengan interés en diversos deportes, para producir intercambios, conexiones y relaciones sociales, sobre todo entre la población urbana y rural».
Así las cosas en la Cuarta Transformación, muchos esperaban una investigación de los dineros ilícitos que Pío recibiera de David León, operador político de Manuel Velasco, y en lugar de eso le van a dar un estadio nuevo.