A casi tres meses de su llegada a México, el informante estrella de la Cuarta Transformación no ha pisado al cárcel. Resulta inverosímil que Emilio Lozoya, quien ha sido vinculado a dos procesos penales y se le imputan múltiples delitos graves como operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho, por los casos de Agronitrogenados y de Odebrecht, no es considerado un reo cualquiera para los señores de la justicia Morena. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien hasta hace unos meses atrás lo mencionaba recurrentemente en sus mañaneras, ha dejado de hacerlo.
La respuesta contundente que le dieron los poderes fácticos al equipo del presidente mediante un video donde aparece el propio hermano del Ejecutivo federal en negociaciones dudosas, los dejó pasmados. Después del video de Pío López Obrador, el tema Emilio Lozoya es tabú para los personeros de la 4T.
Esta situación deja muy mal parada la imagen de los encargados de procurar justicia, ya que manda un mensaje a los mexicanos de que la justicia se puede administrar, calendarizar y procurar en tiempo y forma, pero a la voluntad del presidente. Así que, no nos sorprenda que se vuelva hablar del tema precisamente cuando nos acerquemos a las elecciones del 2021. Así es como se las gastan los señores del poder de la 4T.
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