¿Se imagina usted qué se necesitó para robar 37 mil 956 piezas de medicamentos para niños con cáncer? De acuerdo con reportes periodísticos, «los asaltantes iban en tres tractocamiones, una camioneta de carga y otra camioneta Express». ¿Se imagina usted cuánto tiempo les tomó llenar todos esos camiones de medicinas? Los reportes señalan que los vigilantes fueron sometidos y atados, por lo que los asaltantes tuvieron todo el tiempo para cometer su delito.
Sin embargo, no se necesita ser Sherlock Holmes para suponer que alguien de dentro se coludió con los asaltantes, alguien que vio muy buen negocio el robo de medicamentos que en este momento están muy cotizados en el mercado negro. El presidente de México dice que le costó mucho trabajo conseguir estos medicamentos de Argentina, dice que está muy raro el robo; pues cómo no.
Lo grave del asunto es que, a quienes perjudican es a los niños que están padeciendo cáncer; de los niños con cáncer no dijo nada López Obrador, a él le preocupa porque les costó trabajo conseguir las medicinas. De por sí, no había abasto de medicinas para el cáncer, ahora con este robo de casi 38 mil piezas, el gobierno tendrá una buena excusa cuando les pregunten: ¿por qué no hay medicina para el cáncer de los niños? Con las manos en la cintura el presidente dirá: «Nos las robaron».
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