Las personas sensatas saben que un país debe regirse por sus leyes, no por los caprichos de sus gobernantes ni por las ocurrencias de las masas. Las leyes resumen el sentido común de una comunidad, son el summum de la experiencia de una sociedad organizada. Ahora bien, pasar por encima de las leyes para que sea una masa la que determine la culpabilidad de una o dos personas, es una aberración jurídica.
Ahora bien, acudir a firmar motu proprio para que se enjuicie a los expresidentes, pues se puede entender como la expresión legítima de un individuo que quiere ser escuchado. Pero ir en masa a firmar porque en el trabajo los obligaron, porque les van a dar una torta, un plátano y un Boing, o por quedar bien con el partido, eso es a lo que les llama una militancia zombi.
Los de Morena criticaban tanto a los del PRI que llenaban autobuses para acudir a un mitin o protesta; para apoyar un candidato o golpear a otro, que al final terminaron siendo como ellos. ¿O cómo se podría llamar a esos morenistas que acudieron como borregos a firmar para que enjuicien a los expresidentes? La pura borregada de Morena, que se vuelve tan descerebrada y servil como los priistas que tanto criticaron.
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