Las alianzas del señor presidente

Alianzas
Las alianzas del señor presidente FOTO: WEB
- en Opinión

Luis Ortiz Ramírez / En el gobierno de la 4T, se sigue subestimando  el poder político y la voz de convocatoria que aun tiene y conserva la maestra Elba Esther Gordillo en todo el país. La maestra aún conserva una estructura de lealtades en las 32 entidades federativas. Que no olvide que en el 2018, su apuesta fue por el actual presidente. O acaso ya se olvidó que durante la elección del 2018, la maestra desde su injusta reclusión  movió a sus mejores alfiles para apoyar al candidato de Morena. La orden era cuidar las casillas el día de la elección y no permitir que se efectuarán las triquiñuelas de los mapaches  electorales.

La gente que seguía a Fernando Gonzales Sánchez, el grupo de jóvenes que trabajaban con Rene Fujiwara, y la estructura de maestros que comandaba Rafael Ochoa, comenzaron tejer una red muy efectiva, a favor del candidato que ofrecía la revocación y caída de la mal llamada reforma educativa que tanto había lesionado los derechos laborales del magisterio mexicano, durante los últimos 5 años de gobierno peñista. Por otro lado, en el SNTE de  Alfonso Cepeda Salas y Juan Díaz de la Torre, refrendaban su lealtad a otro candidato. A  José Antonio Meade.

No olvidemos que México es un país de símbolos y señales, y gran parte de los mexicanos bien informados, saben descifrar y leer entre líneas. Al menos resulto significativo el ver como el 8 de agosto del 2018, la maestra era liberada sin ningún cargo de la que fue inicialmente acusada. Por otro lado, resultaba significativo ver al nuevo presidente electo  recibir su constancia de mayoría, por parte del  Tribunal Electoral  del Poder Judicial de la Federación, que lo reconocía como presidente constitucional de México. Esos dos hechos no fueron fortuitos ni coincidentes. Al menos en la política mexicana eso no pasa.

Muchos nos percatamos aun, que en nuestro país la política sigue siendo monolítica y vertical, históricamente el Gran Tlatoani es el  que sigue  tomando a última palabra. Es cierto que su máximo esplendor se dio durante las últimas  nueve  décadas que tuvo influencia el PRI. No obstante, con la llegada de Morena al Poder  y la implementación de la Cuarta Transformación, el de Macuspana Tabasco intenta guardar las formas y sus recomendaciones las envuelve en un gatopardismo, para hacerlas pasar como iniciativas verdaderamente democráticas. Aunque todos sabemos, que él es el que toma la última palabra en la 4T.

El presidente no es ningún improvisado, quien lo quiera ver así está equivocado, López Obrador  es un animal político que respira política las 24 horas del día. Sabe que sus subalternos no están a la altura de sus proyectos y pretensiones, muchos se han quedado cortos en sus funciones y se han alargado en sus ambiciones. Al menos  los gobernadores que llegaron al poder por el efecto de su  marca y nombre le han quedado mal a sus gobernados.

Veracruz es el botón de muestra más significativo  de un gobierno errático, fallido y corrupto. Desde la llegada del hijo del Profe Atanasio, Cuitláhuac García dio muestra de su manera y estilo de gobernar. Puso a su primo carnal, como encargado de los billetes en la Secretaria de Finanzas, en la Secretaría de Educación puso a un ex especialista en baile eróticos, ofendiendo a cientos de maestros con carrera y bien preparados que pudieron dar lustre a la tradición de excelentes secretarios de educación que ha tenido Veracruz. Y para rematar, en el congreso local, de parte de la bancada morenista, solo existe una actitud lacayuna a favor del ejecutivo local.

En Puebla Miguel Barbosa destaca por ser un gobierno que no gobierna, el gobernador no sabe cómo hacerlo, no por algo aparece en los últimos lugares de aprobación. En Morelos, el futbolista Cuauhtémoc Blanco, quien llego en alianza con Morena, se está enriqueciendo como nunca lo había soñado, no obstante su gobierno está para llorar.

En el Congreso federal el partido del presidente se encuentra completamente dividido, las aspiraciones de Mario Delgado por presidir a Morena y su bronca con Noroña, han hecho un caldo de cultivo que les puede costar muy caro. Eso sin contar que el descarnado canibalismo de las diferentes tribus morenistas, sus consecuencias  pudieran  alcanzar al propio presidente. Desde luego que tampoco el presidente puede cerrar los ojos a la manera de cómo se está aplicando la justicia en la Fiscalía. Con el manejo del caso Lozoya, da la impresión que el  gobierno de la 4T, esta negociando en lo oscurito con maleantes.

Su cercanía con los varones y amos de los medios de comunicación, no es del agrado de todos los mexicanos, y es que al presidente se le olvida que ellos fuero parte central de la mafia del poder que el mismo criticaba como candidato. Por otro lado, quedan varias promesas por cumplirse, las mejores condiciones laborales de los maestros mexicanos es un tema pendiente. El pírrico incremento salarial del 3.4% directo al salario que consiguió la endeble comisión negociadora del SNTE, fue hecho talco por la inflación.

Si el gobierno federal mediante su oficina de finanzas quisiera mejorar  el salario de los maestros, ya lo hubiera hecho sin la necesidad de los personeros de Alfonso Cepeda. Por cierto, el tema de la democratización del SNTE aún está en la agenda. No es un secreto que la maestra Elba Esther Gordillo, quiere estar nuevamente al frente del SNTE. No es que este pidiendo regalada una prebenda, ella solo pide terreno parejo, un reglamento de elecciones que no discrimine a los maestros, donde todos puedan aspirar a un puesto sindical. Eso es algo que se les debe a los maestros. Ese tortuguismo sobre el tema, resulta sospechoso.

Desde luego que el partido del presidente no las tendrá fácil en las elecciones intermedias del 2021, ese escarceó político  y coqueteo que tiene con el SNTE de Cepeda, con la CNTE y con grupos afines a la maestra Gordillo, en ocasiones confunde.

Es cierto que el  presidente debe de hacer alianzas con los diferentes actores políticos, no obstante, debe de considera que en estos momentos, debe de privilegiar la democratización del SNTE. Y para el magisterio mexicano en estos momentos tan cruciales, Cepeda Salas solo es un obstáculo para ese fin. El presidente sabe que necesita de los maestros para ganar las 15 gubernaturas que estarán  juego.  Mucho dependerá con que grupo hará alianzas,  que no se le olvide  que en esta no vida, no se puede comer al mismo tiempo de la mesa de Dios y de la mesa del Chamuco.

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