La aparición del covid-19 en la escena mundial trastocó y fracturó la manera de vivir y de convivir con los demás. El poder de esta plaga se subestimó, los líderes mundiales de las potencias más poderosas fueron humillados. Las diferentes sociedades aprendieron vivir con miedo. El riesgo de perder la vida por este virus se ha convertido en un hecho evidente. Las secuelas de esta pandemia quedarán por mucho tiempo.
Hoy se han rebasado la cifra de 70 mil muertes a nivel nacional; hoy los mexicanos debemos de demostrar nuestra responsabilidad. Hoy tenemos que cuidarnos, para poder cuidar a nuestros cercanos. No sólo es tarea del gobierno, es tarea de todos. Si alguien tiene que salir a ganar el sustento, tendrá que seguir respetando la sana distancia.
Y es que Veracruz ya se encontraba, desde luego por decreto y voluntad gubernamental, en color amarillo, no obstante, ahora se regresa al color naranja, ya que mucha gente no respeta las debidas medidas sanitarias. Por otro lado, el rollizo secretario de Educación ya salió a decir que mientras no estén en verde los 212 municipios, no se podrá regresar a recibir clase presenciales. En otras palabras, esto va para largo.
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