Ya lo habían anunciado después de la última reunión que tuvo la Conferencia Nacional de Gobernadores con el presidente López Obrador, que no estaban conformes con el trato que el primer mandatario daba a esta asociación de gobernadores. López Obrador los trató con desdén, incluso con majadería, señalaron algunos asistentes. Ni siquiera los escuchó, fue a que lo escucharan y a decir lo que ya había dicho en la mañanera sobre el apoyo fiscal a los gobiernos. Entonces, los llamados gobernadores federalistas salieron con el hígado hinchado. Algunos ni asistieron a la comida con el presidente; ni siquiera se tomaron la foto con él.
Este lunes 7 de septiembre los gobernadores de Chihuahua, Javier Corral; José Rosas Aispuro de Durango; Enrique Alfaro, de Jalisco; Silvano Aureoles, de Michoacán; Javier García, de Tamaulipas; José Ignacio Peralta, de Colima; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; Jaime Rodríguez, de Nuevo León, Diego Sinhue Rodríguez, de Guanajuato y Martín Orozco Sandoval de Aguascalientes salieron de la Conago, dejando a esta asociación con 22 gobernadores.
No se sabe si esto signifique el fin de la Conago, no se sabe si otros gobernadores también saldrán; el caso es que la Conago pierde fuerza, y si con 32 el presidente les faltaba el respeto, con 22 todavía más.
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