Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que entre los videos de Lozoya entregando millones a los legisladores, y los videos de David León entregando miles a Pío López Obrador, hay “notorias diferencias”. Tiene razón el presidente de México, hay notorias diferencias, pero también marcadas similitudes. En primer lugar, en los dos videos, a los sujetos que graban los hacen sin el consentimiento de estos y a escondidas. El dinero que entrega Emilio Lozoya y David León no es por algún trabajo lícito, no es el pago de un sueldo.
Si bien, como dice el presidente, lo de Lozoya son millones y lo de David León es “poquito”, en ambos casos se puede decir que es dinero ilícito. Ahora bien, en una entrega David León aporta 400 mil pesos y en la otra entrega un millón de pesos, y eso de manera mensual; pues ni tan poquito.
En ambos casos el dinero se utilizó, entre otras cosas para campañas políticas. En ambos casos hay leyes que sancionan ese tipo de entregas. Por eso se graban entre ellos, para en caso dado, quitarse la culpa. Pero lo que más debería lamentar el presidente López Obrador es que por causa de esas aportaciones, por causa de ese dinero, él dejó de ser el baluarte de la honestidad que fue durante más de una década.
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