El amor de madre supuestamente es el amor más puro. La madre protege a sus hijos dando su vida por ellos, una madre se quita la comida de la boca para dársela a sus retoños, pero no en todos los casos es así. Sandra, de 35 años de edad, originaria de Tabasco radica últimamente en Cancún en donde trabaja en un prostíbulo. Sandra tiene una hija de 13 años a la cual emborracha en compañía del encargado del lugar, un travesti llamado Uriel, originario de Veracruz.
Cuando la menor de edad se encuentra bajo los efectos del alcohol su madre aprovecha para prostituirla con los clientes del lugar. El caso fue denunciado por una persona a la cual se ha omitido su identidad por su seguridad.
Al enterarse de lo ocurrido elementos de la Policía Municipal de Cancún, rescataron a la menor en tanto que ambos adultos quedaron detenidos, acusados de corrupción de menores. Cuando detuvieron a Sandra confesó que estaba bebiendo con su hija de 13 años, en tanto que el travesti declaró que él era el encargado de esta casa de citas.
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