Los trabajadores de San Lorenzo se encontraban escarbando con palas cuando uno de ellos avisó al grupo de unos huesos que parecía un esqueleto humano. El grupo detuvo el trabajo por unos momentos para ir a observar lo que el compañero les decía. La osamenta se encontraba enterrada al interior de un petate junto a un molcajete a modo de ofrenda.
Los trabajadores informaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia, quienes de inmediato se trasladaron al lugar de los hechos. El INAH detalló que el esqueleto se ubicó en posición sedente y flexionado, señalaron que el único objeto asociado al difunto era un molcajete, el cual pudo pertenecer al periodo clásico de la región, fechado entre los años 400 y 700 de nuestra era.