La madrugada del domingo 2 de agosto una mujer pasaba por la avenida López Portillo en el municipio de Coacalco, Estado de México, cuando se percató que del interior de un automóvil se escuchaban gritos de una niña. Al indagar que ocurría descubrió que una menor estaba dentro del auto con todos los seguros puestos y las ventanas cerradas. La mujer de inmediato dio aviso a la policía quienes llegaron inmediatamente.
Cuando los oficiales llegaron hicieron una inspección por toda la zona para dar con los padres de la niña. Testigos refirieron que vieron a una pareja salir de un bar, pero al observar a los policías que estaban en el automóvil, se fueron a una tienda cercana para comprar un bote de leche y justificar la causa del abandono de la menor.
Los padres quisieron engañar a los policías al decir que estaban comprando leche, pero los testigos los pusieron en evidencia. La inconsciente madre en lugar de pedir una disculpa, quiso irse a los golpes. Cabe señalar que los padres no fueron remitidos ni lograron acusarlos de algún delito por ser menores de edad. La policía dejó ir a la pareja pues no podían detenerlos.
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