Ya lo habíamos señalado, Emilio Lozoya es una joyita para este gobierno de la 4T. De hecho, le proceso de Lozoya se extenderá hasta las elecciones de 2021, elecciones donde está en juego el proyecto de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Por ello conviene tratar bien al exdirector de Pemex para que no se vaya a echar para atrás a la hora de denunciar a sus cómplices. Con ese amago, el gobierno tendrá nulificados a los operadores del PRI y del PAN, pues apenas estos asomen la cabeza, Lozoya podrá declarar, como ya lo ha hecho, el supuesto nombre de sus cómplices.
Después de su primera audiencia el juez vinculó a proceso a Emilio Lozoya, sin embargo, Lozoya no pisará la cárcel, seguirá en su sala de hospital VIP, con televisión con cable, Netflix, Internet; con sala de espera y comedor para invitados. Sólo tendrá que entregar su pasaporte y pagar un brazalete que se le colocará para tenerlo ubicado.
Por supuesto, todo esto es lo que se negoció desde España, eso y un trato preferente para su madre y hermanas que también están involucradas en el delito de lavado de dinero. ¿Pensaba usted que con López Obrador la justicia sería justicia? ¿Ya ve que no? La justicia sigue siendo la misma ramera de siempre; mientras haya dinero, cualquiera la puede fornicar.
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