En una vecindad de la colonia La Crespa en el Estado de México, una señora demandó a Enrique, al descubrirlo que violaba a una menor. La niña era su hija. Tras el descubrimiento, la señora decidió informarle a Guadalupe, la madre de la niña, sobre lo que su esposo hacía a sus espaldas. La noticia dio un giro inesperado cuando la señora, al terminar de contarle a Guadalupe, dijo molesta que eso que ella andaba diciendo eran puras mentiras. La demandante, al ver la postura de la madre de defensa al sujeto, decidió acudir a las autoridades para evitar que las niñas siguieran viviendo ese infierno solapado por su propia madre.
La señora relató ante la policía que un día, al acudir a los sanitarios, escuchó ruidos extraños. Al abrir el baño encontró al sujeto abusando de una de sus hijas. Al descubrir lo que pasaba, sacó su celular y tomó videos para tener evidencias. Estos videos los subió a las redes con la intención de que se hiciera justicia. Los videos fueron eliminados minutos más tarde por el contenido sexual.
La policía acudió al lugar para detener al abusador, una vez que el sujeto fue apresado, la hermanita más chica de la víctima reveló que ella también había sufrido lo mismo. Guadalupe está siendo investigada pues al parecer tenía noción de lo ocurrido y no ponía un alto. La vecina añadió que la madre es igual de culpable que el esposo, porque al enterarse del abuso en contra de sus hijas, se puso en defensa del sujeto.
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