Raymundo León, me entero de su muerte en estos días en que la muerte tiene un apellido funesto; en estos días en que la muerte tiene permiso

Raymundo León
Raymundo León, me entero de su muerte en estos días en que la muerte tiene un apellido funesto; en estos días en que la muerte tiene permiso FOTO: WEB

Raymundo León fue compañero de Diario de Xalapa en la sección de Cultura. En esos tiempos, principios del 2000, un servidor apoyaba a Toño Juárez con la sección dominical de la sección de Sociales. Recuerdo que en alguna ocasión acudí con Raymundo a hacer un reportaje a uno de esos antros de table dance de Banderilla donde entrevistamos a varias de las chicas. Ahí me di cuenta que muchas de esas bellas mujeres tenían más cerebro que muchos políticos que ahora nos gobiernan. Raymundo fue el que tomó las fotos, yo hacía las entrevistas. ¿Dónde quedó ese reportaje? No sé, nunca se publicó.  

A Raymundo León lo recuerdo muy enamorado de una jovencita que en ese entonces buscaba hacerse un lugar en el periodismo; no se dónde estará, no sé si se casó con ella. A Raymundo León lo veía con frecuencia, promoviendo los concursos de belleza, entrevistando a personajes de la política, de la cultura.  

Después supe de los constantes robos que sufriera en su casa, de la protección que recibía de la CEAPP, de las denuncias de acoso, de su columna política, pero nunca me enteré de sus enfermedades. Hoy me entero de su muerte, en estos días en que la muerte tiene un apellido funesto; en estos días en que la muerte tiene permiso. No fuimos grandes amigos, pero fuimos periodistas y compartimos un espacio de tiempo en esa época en que creíamos en la utopía del buen periodismo. 

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