Si algo se pudo rescatar del ciclo escolar 2019-2020 y este se pudo concluir satisfactoriamente, tenga por seguro que el mérito es de los padres de familia que con muchos sacrificios pagan el internet en casa, y gastan en una computadora para sus hijos para que la compartan con sus hermanos que van en otros grados. Los héroes en Veracruz fueron los padres de familia y los miles de maestros que tuvieron que improvisar en los últimos tres meses, una educación a distancia que fue necesaria para evitar el mínimo contacto, y de esa forma evitar el contagio del Covid-19.
Es cierto, que la Secretaría de Educación del estado, le quiso tapar el ojo al macho, impulsando unos programas de matemáticas y español, y respaldándose en un calendario de clases por televisión, que en muchos casos necesitan actualizarse. Por otro lado, la ineficacia en la entrega de boletas se ha visto reflejado por el tortuguismo de sus sistemas que son saturados por la demanda. No hay plan ni una ruta para este regreso a clases en Veracruz, tal pareciera que la SEV solo está improvisando.
Su obtuso secretario y su camarada de banqueta, Maritza Ramírez Aguilar, flamante subsecretaria de educación básica, fueron rebasados por el Covid-19. Su intento en el norte del estado al entregar unas cuantas computadoras, solo despertó el encono en la mayoría de los 212 municipios que han sido desatendidos por esta administración. Así que no les busquemos chiches a las culebras, en Veracruz los héroes fueron los padres de familia y sus eficientes maestros.
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