Un gobierno completamente rebasado por el crimen

Harfuch
Escena del crimen del atentado contra Omar García Harfuch FOTO: WEB
- en Opinión

Francisco Vargas / El ataque al Secretario de Seguridad de la Ciudad de México terminó de comprobar lo que para algunos era sólo un rumor: la presencia del crimen organizado en la capital del país. Un acontecimiento más que se suma a la larga lista de ataques armados en lo que va del sexenio “obradorista”, prueba fehaciente de que las autoridades de seguridad encabezadas por Alfonso Durazo están completamente rebasadas por el crimen organizado y el narcotráfico.

El declive de su estrategia de seguridad comenzó desde el año pasado, consolidándose con el fallido operativo para capturar al hijo del “Chapo” Guzmán en Culiacán, Sinaloa.

De ahí se vino en cascada una serie de acontecimientos de violencia a lo largo y ancho del país, por lo que deja con estéril uso a la guardia nacional en apoyo al Ejército y a la Marina armada para combatir a estos delincuentes, ya que por órdenes de López Obrador hoy por hoy está completamente extinta la Policía Federal la cual desempeñaba una extraordinaria labor en las carreteras de Federales de los 32 estados del país no sólo para prevenir accidentes automovilísticos sino para coadyuvar a las fuerzas armadas a combatir a células del crimen organizado en diferentes operativos.

Sin duda alguna el Cártel que mejor está aprovechando las circunstancias de un gobierno inepto e incompetente es el CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación), el cual desde 2018 ha incrementado su poder en el país a tal grado de tener presencia en 25 estados, y que hoy se consolida como el más poderoso de México; su líder Nemesio Oseguera alías el “Mencho” se ha caracterizado por tener un bajo perfil y una destacada estrategia para doblegar a sus adversarios y a los gobierno de los estados donde tiene presencia: Jalisco, Colima, Nayarit, Durango, Zacatecas, Guerrero, Veracruz y Puebla están completamente bajo el control de CJNG, los estados restantes, se divide la plaza con Carteles rivales como El Cartel de Sinaloa, del Noreste, Del Golfo, La Familia Michoacana, De Santa Rosa, entre otros. Este Cártel es hasta ahora uno de los más violentos y sanguinarios del país, capaz de atacar y terminar con la vida de quien le estorbe, no importa si se trata del mismísimo Secretario de Seguridad. Ya que mientras los obsoletos cerebros y altos mandos del gabinete de seguridad se esfuerzan e invierten su tiempo en combatir a los adversarios políticos López Obrador y a empresarios, el CJNG se abre paso en estados como Guanajuato, donde su despiadada guerra contra el Cartel de Santa Rosa, ya ha dejado decenas de muertos apenas en lo que va de este mes.

Al poner en práctica la demagógica frase “abrazos, no balazos”, el mismo López Obrador propició que, tanto el Cartel de Sinaloa en Culiacán el año pasado y actualmente el CJNG en varios estados del país y más recientemente la semana pasada en la Ciudad de México, se revelaran contra el poder del Estado, dejando como resultado más de 53 mil homicidios en los 19 meses que van de su gobierno, de los cuales muchos de ellos son víctimas directas o colaterales del crimen organizado y lo cual refleja el inicio de sexenio más violento de la historia.

Si esto le sucede a un alto funcionario con escoltas, ¿Qué suerte nos deparará a nosotros, los ciudadanos de a pie, con un gobierno que prácticamente invita a los criminales a delinquir ofreciéndoles paz y amnistía?

A estas alturas debería considerarse una ofensa y traición a las Fuerzas Armadas (los cuales arriesgan la vida para proteger a los mexicanos), el seguir apoyando a un inepto gobierno y al partido que los llevó al poder las próximas elecciones.

¡Cero tolerancia a los incompetentes!

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