Gran escándalo se dio a conocer con los simulacros del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, quien un día se gasta 18 millones de pesos para instalar un hospital desmontable, el cual nunca se ocupó, y que ahora sale con que el ISSSTE de Morelos hace un simulacro de cómo los hospitales de ese estado atienden a los pacientes con coronavirus; hasta iPad les ponen para que estén comunicados con sus parientes. Es lamentable que el presidente se deje arrastrar a esos simulacros que envuelven falsedades.
Independientemente de que el presidente se preste para esos engaños, hay que decir que es mentira que los pacientes de coronavirus sean tratados de esa manera. Los testimonios de muchos familiares en todo el país señalan que hay una gran deficiencia en los hospitales, y no por la atención de los médicos, sino por las carencias que desde hace muchos años han venido presentando los hospitales desde hace ya varios sexenios.
Hasta parece una burla que pretendan hacernos creer que los pacientes con coronavirus están solos en una habitación, con su iPad y conexión a internet, comunicándose con sus seres queridos. Eso es lo lamentable, que el presidente López Obrador se preste para esos engaños.
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