Luis Ortiz Ramírez / Durante mucho tiempo, sobre todo después de la insistencia del gobierno de Enrique Peña Nieto de impulsar una Reforma educativa dolosa que dañaba la permanencia laboral de los maestros, insistimos que esta pasaría a formar parte de la historia. Y es que, si hacemos memoria, el gobierno federal atentó contra la dignidad de los maestros, obligándolos a evaluarse para poder determinar si el docente estaba apto para seguir frente a grupo. Hoy ese organismo evaluador (INEE), ya no existe.
La clase empresarial, destacando entre ellos Cinepolis y organizaciones como Mexicanos Primero, quienes financiaron un pasquín de documental llamado “De Panzazo”, donde se degradaba la figura del maestro mexicano, esta cofradía no tuvo misericordia contra el magisterio. Estos personajes, se desgañitaban en adulaciones, ya que según ellos, por primera vez en México un presidente se había atrevido a poner en su lugar a una horda de revoltosos y huevones. Para ello, el gobierno federal hizo a un lado a todos aquellos que no estaban de acuerdo en apoyar la ya considerada Reforma Madre de ese sexenio.
El gobierno federal, giró instrucciones precisas para que la titular legal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, fuera encarcelada de manera injusta. Era bien sabido que la maestra Gordillo había manifestado públicamente su rechazo a una reforma que lesionaba la dignidad y permanencia de los maestros. Su postura le costó su libertad durante casi todo el sexenio de Enrique Peña Nieto. Hoy ese gobierno ya no existe.
Se desató una andanada de persecuciones contra las piezas claves de la CNTE. Sin embargo, dentro del magisterio surgió un grupo sin siglas partidistas que desencantados por no ver acción de parte de sus líderes sindicales, quienes por cierto muchos habían sido comprado por el gobierno federal, salieron a las calles a defender lo que por derecho les correspondía. Se pudo ver una amalgama de maestros y maestras de todo el país enfrentando al gobierno represor, tan solo con la fuerza que les daba tener la razón de su lado. Hoy esa reforma, ya no existe.
Las fotografías de los principales líderes del SNTE, junto al candidato presidencial del gobierno federal, dejaban constancia de la traición al magisterio mexicano. Mientras los maestros rebeldes recibían golpes y humillaciones por los diferentes gobernadores en sus respectivos estados, Juan Díaz de la Torre y Alfonso Cepeda, en su momento encargado de las finanzas, recibían de parte de Aurelio Nuño Mayer mil 250 millones de pesos.
Estos convenios millonarios solo demostraban de qué lado estaban los líderes del SNTE. En cadena nacional Juan Díaz de la Torre, señalaba las bondades de la Reforma educativa de Peña Nieto. De ese dinero, le fueron pagados a la empresa Televisa 196 millones 675 mil 441 pesos con 45 centavos a través de 17 contratos, de los cuales el mayor fue por 30 millones 850 mil 965 pesos con 60 centavos, en agosto de 2016. De esa cantidad sobrante, el SNTE se quedó con 435 millones, según para promocionar la Reforma Educativa entre los maestros. Hoy ese dinero no existe.
Sin embargo, sería bueno analizar si en verdad esta nueva reforma educativa, enmarcada en la Cuarta Transformación ha traído beneficios al magisterio mexicano. De entrada en los estados, los encargados de administrar la asignación de plazas docentes, están privilegiando a sus allegados y amigos. Prevalece aun la venia del compadrazgo en las permutas y asignación de escuelas. Las más retiradas son para aquellos que no congenian con determinada política local.
Por otro lado, en la asignación de horas, semana, mes, los maestros que tienen menos de 10 horas, son marginados. En la reforma de Enrique Peña Nieto, el concurso de plazas era lineal y manera directa, ahora se tiene que tener determinada antigüedad y contar con un puesto que anteceda con el que se está concursando.
Es cierto que ya no existe la amenaza de la permanencia laboral, no obstante, no hay un beneficio generalizado para el magisterio, y de manera individual, los trámites para promocionarse son tardados y engorrosos. Lo cierto, es que la SEP, se escuda en una transparencia que no existe, y se lavan las manos, al señalar a los miles de maestros, que por el momento no hay vacancias. Lo peor de todo es que en contubernio con los líderes sindicales, especialmente con los del SNTE, hacen sus cochupos con las plazas que se renuncian o con las aplazas del personal que va falleciendo. Desgraciadamente ese gatopardismo, resta lustre a una reforma que buscaba beneficiar directamente al maestro. Hoy la defensa de los derechos laborales por parte del SNTE, no existe.
Ojala y que después de esta pandemia, se abran foros de discusión, para perfeccionar una ley, que hasta el momento, no ha traído beneficios a los maestros, sobre todo aquellos que tienen mucha antigüedad y pocas horas.
Requerimos de mayor metodologìa trabajamos con.el modelo anterior por falta de apoto y seguimiento en esta 4a transformacion, la idea es buena, have falta preparar a los entes encueltos enel sistema educativo,