«Desde que los padres de familia y muchos alumnos, a lo largo del país, supieron que los directivos y maestros habían recibido la instrucción de evaluar los dos primeros trimestres y que ese promedio se pondría en el tercero, con la variante de que si algunos alumnos habían mandado sus actividades durante la contingencia se les tomaría en cuenta y su promedio aumentaría, varios padres de familia relajaron sus exigencias con sus hijos, otros de plano ya ni se conectaban y ya no mandaron actividades», eso nos dijo el asesor técnico pedagógico Emilio Hernández Guerrero.
Ahora entendemos la insistencia del secretario de Educación de que sean los mismos maestros que den el siguiente ciclo escolar a los alumnos que tuvieron en el ciclo anterior, todo con la intención de subsanar las deficiencias de preparación. «Por ejemplo, si un alumno en el primer trimestre sacó 10 y en el segundo 5, su promedio era de 7.5, automáticamente en el tercer trimestre tendrá 8, eso sin mandar actividades. Por esa razón, muchos alumnos flojearon durante la contingencia», añadió Hernández Guerrero.
«Sin embargo, si hablamos de calidad en su preparación, los resultados no serán tan positivos. En algunos casos, los maestros saben que existe una displicencia e indiferencia de algunos alumnos que de plano dicen que no les gusta la escuela. Algunos presentan problemas familiares muy fuertes, y una gran mayoría no cuenta con los elementos económicos necesarios para enfrentar la pandemia con la ayuda de la tecnología». No obstante, enfatizó el maestro Emilio Hernández Guerrero que «al menos en Veracruz, tanto jefes de sector, inspectores escolares, directores, supervisores y maestros están en la mejor disposición de ayudar al alumnado, para resarcir las deficiencias en su preparación, desde luego con la valiosa participación de los padres de familia».
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