La jornada de “Sana Distancia” empezó el 23 de marzo de 2020. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se bajó de su camioneta para saludar de mano a doña María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín El Chapo Guzmán el día 30 de marzo, cuando en México ya se superaba los mil contagios. Entonces no le importó al presidente la “Sana Distancia” cuando saludo a la madre del delincuente que más daño ha hecho al país.
Pero el día 15 de junio, cuando decenas de madres de desaparecidos le pedían que se detuviera para que escuchara sus reclamos de justicia, entonces sí, López Obrador, el que dice que hay que perderle el miedo al coronavirus, se acordó de la “Sana Distancia”.
En su conferencia mañanera se excusó de esta manera: «Ayer hubo este incidente porque no puedo, por la Sana Distancia, exponerme ni exponerlos a ellos. Lamentó mucho que esto haya pasado, es muy incómodo esta situación de cuidado y de sana distancia, no podemos acercarnos mucho. Sin embargo, se atiende a todos, y se respeta a todos». Pero es mentira, no se atiende a todos ni se respeta a todos. Como lo hemos señalado, estas incongruencias son parte de la derrota de un presidente que pregonó el cambio.
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