Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. La comunidad académica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pide al presidente Andrés Manuel López Obrador que reconsidere el recorte del 75 por ciento al presupuesto en gasto de operación y servicios de dicho instituto.
De acuerdo con el investigador del INAH, Gustavo Alberto Ramírez Castilla, dicha reducción presupuestal significaría un grave golpe a las actividades sustantivas del mismo.
A su juicio, el decreto presidencial del pasado 23 de abril se trata de una acción que pone al INAH, al borde de la parálisis e incumplimiento de su objeto social o razón de su existencia.
Señaló que los directivos del sector no han afrontado la problemática, solicitado la no aplicación del recorte presupuestal, los investigadores exponen algunas razones por las cuales el INAH debe ser exentado de dicho recorte.
Detalló que el INAH efectúa investigaciones científicas en las disciplinas antropológicas, históricas y paleontológicas para la solución de problemas de la población y participa activamente en la conservación y uso social del patrimonio respectivo.
El INAH maneja 194 zonas arqueológicas, algunas de ellas consideradas como patrimonio mundial, además de 162 museos y 515 monumentos históricos que han posicionado a México entre los destinos culturales las destacados a nivel internacional.
«De esta manera, el trabajo que realiza el INAH se transforma en una gran aportación económica a la llamada industria sin chimeneas que, en conjunto para el año 2018, aportó el 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, mil 221 billones de pesos, de los cuales el Instituto sólo recibió para el 2019 3 mil 900 millones de pesos».
Ramírez Castilla recordó que el INAH también lleva a cabo peritajes para la resolución de litigios sobre diversa índole, como disputas territoriales, juicios penales, de violencia de género, discriminación, así como rescates y salvamentos arqueológicos, que deben realizarse antes de la ejecución de las obras públicas y privadas, con objeto de prever y brindar soluciones a posibles afectaciones a poblaciones, monumentos y evidencias científicas, arqueológicas y paleontológicas.
El académico añadió que el INAH no debe sufrir un recorte presupuestal porque tiene tres escuelas reconocidas internacionalmente, dedicadas a la formación de científicos especialistas en diferentes ramas de la antropología, la historia, conservación y museografía, mismas que operan precariamente porque no cuentan con instalaciones e infraestructura adecuada.
«Las escuelas dependen en gran medida de profesores que perciben sueldos precarios, la prohibición para contratar a nuevo personal eventual los dejará sin empleo por lo que resta del año».
Por todo lo anterior, Gustavo Ramírez indicó que el Sindicato de Investigadores y Docentes solicitó que el INAH sea reconocido ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) como una institución de investigación científica básica y aplicada, y en consecuencia, reciba el mismo trato que se le dio al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para no afectar su presupuesto.
Comentarios