En redes sociales circulaba un anuncio en donde se decía que una clínica de Baja California, que se hacía llamar Clínica Ríos, contaba con la cura para el coronavirus. Las personas al ver el anuncio en la web visitaban la clínica. Estos creían que en verdad esa clínica los iba a curar de la enfermedad. Las personas se empezaron a dar cuenta que este lugar promovía productos de dudosa procedencia y esto desató una serie de denuncias.
Las personas empezaron a subir a las redes sociales sus reclamos y sus denuncias donde señalaban que no fueran a esa clínica porque los medicamentos que te daban no servían. Las denuncias llegaron hasta los oídos de Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios. Cuando la COFEPRIS fue a darle una inspección a la clínica, el dueño del lugar, Juan Carlos Ríos Sotelo, se negaba a la revisión. La COFEPRIS decidió cerrar la clínica por representar un daño a la salud pública.
Tras cerrar la clínica e inspeccionar el lugar hallaron varios medicamentos y pruebas para diagnosticar Covid-19 que no contaban con el aval de COFEPRIS. Las autoridades dijeron que no se dejen llevar por anuncios en la web porque muchos de estos pueden resultar falsos.
Comentarios