¿Cómo serán las campañas para el 2021?

Elecciones
Urna electoral FOTO; FRANCISCO DE LUNA
- en Opinión

Bernardo Gutiérrez Parra / El primer domingo de junio del 2021 será el día 6, esto quiere decir que a partir de hoy faltan 360 días para que la ciudadanía salga a votar para elegir a 15 gobernadores, 29 Congresos y 2 mil alcaldes. Y como el tiempo apremia algunos aspirantes no tardan en comenzar con su arguende.

En Veracruz se renovarán 212 alcaldías, 50 curules del Congreso local y las diputaciones federales. La novedad es que los diputados podrán reelegirse y esto le pondrá un toque de pimienta al asunto.

¿Qué hará Morena para consolidar un triunfo como el obtenido en 2018? ¿Qué hará para conservar las presidencias municipales de Poza Rica, Coatzacoalcos, Minatitlán y Xalapa que ganó por abrumadora mayoría, pero cuyos alcaldes resultaron un fiasco?

¿Qué harán el PRD y PVEM para conservar su registro? ¿Qué hará el PAN para regresar por sus fueros? ¿Qué hará el PRI para recuperarse de la paliza sufrida?

Con el coronavirus encima ¿cómo serán las campañas?

Va una hipótesis.

De entrada, se acabarán las concentraciones multitudinarias que le sirvieron de mucho al PRI cuando fue el partido hegemónico, pero que ahora son obsoletas. Mostrar el músculo colmando una plaza con cientos o miles de acarreados ya no es garantía de triunfo.

Las redes sociales que hicieron ganar a Barack Obama la presidencia de los Estados Unidos; al “Bronco” la gubernatura de Nuevo León y fueron determinantes en el triunfo de López Obrador, serán una excelente herramienta si se toma como base que el 50 por ciento de los veracruzanos tienen acceso a Internet y siete de cada diez cargan un teléfono celular.

Tomás González Corro, analista político y especialista en redes sociales, me dijo que la disputa entre los aspirantes será por la percepción. “El candidato que logre tener la mejor percepción estará más próximo a la victoria. Y ahora la percepción se moldea desde las redes sociales. Ojo, esto no garantiza, pero sí acerca al triunfo”.

Todos los partidos políticos sin excepción están devaluados y más que ser rechazados son aborrecidos. Pero como paradoja es de donde salen los candidatos. ¿Qué hacer para tener candidatos ganadores?

Lo que la ciudadanía les está pidiendo es que ya no seleccionen necesariamente a sus candidatos de entre sus militantes, sino de entre lo más granado del distrito o municipio. Es decir, desean hombres y mujeres de bien que además sean conocidos y respetados por los votantes.

En este tenor partidos como el PRI deberán tener cuidado y no escoger a cualquier gañán como su candidato. Desde la dolorosa derrota en las elecciones pasadas, las rémoras y vividores que tiene incrustados (disfrazados de representantes obreros, campesinos y burócratas), han mantenido un bajo perfil. Pero una vez que comience el jaleo electoral saldrán de sus cloacas a exigir candidaturas y mal hará el tricolor en complacerlos porque le puede ir como en feria.

El discurso también será un factor importante. Nunca más el espeso estilo del PRI, PAN, PRD y Morena que en esencia es lo mismo. El “Yo les prometo, yo les voy a hacer, yo les garantizo” o el “Gobernaré para el pueblo, el pueblo manda. Seré el siervo de la nación” son palabrería que apesta y habrá que desecharla.

Quien aspire a un puesto de elección popular deberá escuchar y tomar nota de las necesidades de los votantes más que parlotear y monologar con ellos. Sobre todo, con el 50 por ciento de los veracruzanos que no tienen acceso a Internet.

Y algo que sin duda será determinante. En la mayoría de las elecciones intermedias ha ganado el abstencionismo y a eso le apuesta siempre el partido en el poder sea del color que sea.

El asunto es que nunca como ahora el país está dividido, polarizado y enojado. Puede que quienes votaron en 2018 y se sienten defraudados por sus gobernantes, se animen a salir de sus casas y voten por otros colores, con lo que perdería el abstencionismo pero rasparían de muy fea manera al partido en el poder.

Veremos qué pasa.

Por lo pronto y a partir del sábado 6 de junio comenzó la cuenta regresiva. Faltan 360 días y contando para que asistamos a unas elecciones que prometen tener de todo menos aburrimiento y que sin duda serán muy intensas.

Que conste lector, esto es una hipótesis. Y dije elecciones intensas, no violentas.

No hubo desmanes, pero…

Ayer titulé así mi columna: “10 de junio, día perfecto para seguir con los desmanes” donde comenté que debido a los hechos violentos en Guadalajara, Xalapa y la Ciudad de México, estaba todo más que puesto para que continuara, pero con más fuerza, la violencia este 10 de junio en que se conmemora la Matanza del Jueves de Corpus.

Pero felizmente nada pasó.

Los anarquistas que habían amenazado con su desmadre, fueron disuadidos por la policía y el asunto no pasó a mayores.

El problema fue que nadie se acordó que un día como ayer pero hace 49 años, fueron asesinados a mansalva aproximadamente 120 estudiantes que realizaban una marcha rumbo al zócalo capitalino.

Y por vez primera no se conmemoró el Jueves de Corpus.

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