Con poco más de 25 mil casos confirmados de coronavirus y mil 573 muertes por el mismo, el gobierno asiático quiere que la curva se quede así, es por eso que impusieron esa curiosa ley, pues en Indonesia y en especial en los pequeños poblados, la gente suele ser muy supersticiosa con respecto a las leyendas locales y las casas embrujada. Y es que la gente prefiere creer en algo que no está del todo comprobado, a hechos y fundamentos científicos.
Al momento sólo cinco personas han sufrido este castigo y pese a que los castigados no han visto ningún tipo de fantasma o actividad paranormal, aseguran haber aprendido la lección, pues estar en confinamiento social por dos semanas en una “casa embrujada” les cambio la manera de ver las cosas y aseguraron que ahora sí respetaran las medidas de sanidad.