Tras esto y luego de aceptar las demandas del personal de la salud, el director general del IMSS puso como primera opción el que fuera antes un museo como casa de albergue. «La idea era encontrar espacios que nos pudieran servir para tener áreas de descanso, para pernocta, para alimentación, que contara con lavandería, con aseo, con todo lo que merecen quienes hoy están al frente de esta batalla salvando vidas», aseveró Zoé Robledo.
Y es que, además, algunos médicos tienen que trasladarse largas distancias para llegar hasta los hospitales. Sin embargo, principalmente esta idea se concretó para que los médicos tuvieran un lugar seguro donde llegar, un sitio donde no fueran maltratados, ni sacados de sus hogares por el miedo y la ignorancia de la gente.