En la colonia Centinela, en Guaymas, Sonora, Max Francisco, un hombre de 39 años de edad, escupió a unos policías en la cara aun sabiendo que se encontraba enfermo de tuberculosis. El sujeto ingresó a una tienda de abarrotes, amenazó a la encargada a quien le exigió todo el dinero o de lo contrario la mataría. Esta amenaza presuntamente la hizo mientras le mostraba un cuchillo de 40 centímetros de largo que traía. La mujer se negó a darle el dinero, al ver que no le darían los billetes, tomó varías cajetillas de cigarros, lesionó a un señor de nombre a Ramón en el cuello con el arma blanca y le fracturó la clavícula izquierda, para después emprender la huida.
Cabe destacar que don Ramón estaba haciendo compañía a la mujer que atendía. Cuando el hombre se dio a la fuga la mujer dio aviso a la policía; unos minutos después la policía dio con el delincuente, pero Max Francisco les arrojó saliva, a sabiendas de ser portador de tuberculosis, una enfermedad infecciosa de fácil transmisión.
Una vez que amagaron al sujeto este les empezó a decir que tenía tuberculosis y que también ellos estaban jodidos. Los policías temen por su salud y fueron llevados al hospital en donde estarán bajo vigilancia para ver si Max los contagió.
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