«Una gran mujer con un gran corazón que ah sabido ganarse su lugar luchando. Dicen que cuando Dios te quita algo es por que te tiene algo mejor, y así debe de ser ella se lo merece por su arduo trabajo. Adelante Lic. Lupita siga como hasta ahora luchando y con la frente en alto con esto sólo demuestra que es una guerrera pero antes que nada es madre» (sic).
Eso fue lo que anotaron aquellos que apoyaron a Guadalupe Argüelles Lozano, exsecretaria del Trabajo de Veracruz, quien renunciara por el escándalo que causara su hijo al ser detenido en un auto oficial con bebidas embriagantes y mariguana. Hasta el hijo de Sofía Martínez Huerta, otra nepotista, apoyó a Lupita, la del gran corazón.
Pues les avisamos a esos desorientados que Lupe Argüelles, además de ser nepotista, encubridora y consentidora, es una mujer que no se tentó el corazón para despedir a personal de la Secretaría del Trabajo que tenía más de 10 años de antigüedad. Entonces, ¿de dónde sacan que es una gran mujer? ¿De dónde sacan que tiene un gran corazón?
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